Capítulo 7.

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Deseaba que el fuera más que un amigo, pero él solo me veía como una simple amistad.

Saque una falsa sonrisa.

—E-Es bueno saber que alguien se preocupa—Dije en un susurro audible.

—¿Por qué dices eso? Todos nos preocupamos por ti—Dijo acariciando mi mejilla.

Si claro, todos se preocupan por mí..

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Hace uno momentos Junho se había retirado de mi departamento, había quedado con Young-Woo.

Sollocé fuertemente mientras golpeaba mi cabeza.

—Por favor, no me quiero ir—Dije sollozando.

Sé ría mi respiración acelerada, mi cuerpo empezaba a temblar.

—No me quiero morir—Dije sollozando.

Solo era una cobarde en un mundo de dolor, solo era una más en la lista.

Me levanté del suelo, saliendo de mi departamento.

Quería despedirme, si era hoy entonces quería hacerlo.

Caminaba en dirección a la casa de papá y mi hermana, sabía que ella estaba con Junho.

Toqué tres veces la puerta, mi papá se hizo presente.

Lo abracé, no esperando que el lo correspondiera.

—Papá—Dije sollozando.

Sentí que el me apartó de él, agarrando mi rostro y viéndolo.

—¿Acaso estas drogada?—Dijo apretando mi mandíbula.

Solté un quejido apartando mi rostro de sus manos.

—Papá, tengo miedo—Dije en un susurro.

—¿Que quieres que haga? Largate de mi casa, tu decidiste irte; ahora vé por ti—Dijo señalandome.

Yo negue sollozando.

—Papá, te extraño—Dije arrodillandome a él.

—No me hagas pasta vergüenza, largo—Dijo.

—Papá, dime que todo estará bien. Papá, por favor abrázame—Dije sollozando.

—¡Largo!—Dijo empujandome fuera de casa.

Negue abrazando sus piernas, sollozando.

—Ayúdame, no quiero irme, no quiero irme, papá—Dije sollozandome.

El me apartó con brusquedad, viéndome con Decepción.

—Me da igual lo que tú y tus estudios pensamientos hagan, largate—Dijo.

Asentí soltando sollozos.

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Mirando en mis manos la cuchilla, negue sollozando.

Tenía miedo.

—Por favor, no quiero sentirme así—Dije sollozando.

La vibracion de mi celular se hizo presente.

Es Junho.

—Buenas tardes—Dije, sintiendo como dolía tan solo al hablar.

—Na-Bi, se que dijiste que era tu día de descanso, pero el jefe dice otra cosa. Na-Bi, el jefe no te dio ese día de descanso—Dijo.

—Ya lo sé—Dije suspirando.

De igual manera iba a descansar.

—Na-Bi, tienes un nuevo caso—Dijo.

Abogada extraordinaria   |Junho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora