𝗁𝖺𝗋𝖽-𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍𝖾𝖽 ✷ 𝘁𝗲𝘁𝘁𝗮 𝗸𝗶𝘀𝗮𝗸𝗶

ㅤ⌗ 020. reunificación.

( 渋谷区 )
020. REUNIFICACIÓN.

BAJO LAS CAMPANAS TINTINEANTES que resollaban en las calles de Tokyo, la Navidad se había adueñado por completo de la estética de la ciudad nipona. La iluminación amanecía en cada calle traspasada, y adornos cargados de encanto singularizaban la época frente a otros días del año. Incluidos puestos ambulantes con dulces y bebidas típicas de la época que también decoraban la ciudad, Tokyo parecía un lugar completamente diferente, y el camino a la iglesia Udagawa había estado impregnándose de todas las tradiciones anteriormente mentadas.

Las cuatro personas alzándose en aquellas escaleras los hizo posicionarse justo delante de la entrada a la iglesia, donde la mirada de Hanagaki había quedado plasmada frente al monumento de grandes dimensiones.

—Iré a razonar con Hakkai, ya debería estar en la iglesia —mencionó el rubio seguro de sí, sin percatarse de la mirada cómplice que habían compartido Kisaki y Yui. Está última continuó la conversación.

—Está bien, nosotros emboscaremos a Taiju —Mintió, sabiendo que el mencionado ya se encontraba dentro del monumento.

Cuando Hanagaki entró en las puertas de la iglesia, quienes se habían mirado con anterioridad fueron plenamente conscientes de que era el momento de llevar a cabo el verdadero plan que habían forjado a espaldas de aquellos dos. En un único gesto, fue fácil para ellos mandarle una orden al de mayor estatura para encargarse del rubio, que, como antes habían ordenado, comenzaría a pelear con Matsuno por dejarlo atado contra una especie de mástil en el interior de la edificación.

Una cinta cubría sus labios, evitando poder pronunciar cualquier tipo de palabra mientras una risa salía de la garganta del mayor. El dúo, situado a escasos metros de la escena en sí, compartió una mirada y una sonrisa sutil, observando patalear al rubio por librarse de aquellas ataduras.

—No interfieras en una pelea entre hermanos —declaró el bicolor al apretar la última de las cuerdas, con una sonrisa en su rostro; minutos antes de que éste, junto a Kisaki y Yui, abandonaran la Iglesia dejando el conflicto a suerte de los que participarían.

La fémina sabía que, según el rubio, ahora tenían que reunirse con alguien de quién aún Kisaki no le había revelado la identidad. Sin embargo, y por algún motivo que desconocía, estaba más nerviosa de lo que comúnmente lo estaba, y quizás la causa de aquello era ese secretismo repentino. Sin embargo, decidió ignorar aquella sensación durante el camino, centrándose en la escueta conversación que estaba llevándose a cabo entre los dos chicos.

—Oye, el plan era arruinarlos desde el inicio, ¿verdad? —cuestionó el bicolor, recibiendo un asentimiento por parte de la azabache— Entonces, ¿por qué trabajamos con ellos?

—Es divertido —murmuró la chica, con una leve sonrisa asomando en sus labios.

—Exacto, ellos ahora no pueden hacer una mierda —una sonrisa cínica apareció en los labios del rubio, provocando una carcajada en el de mayor estatura.