𝗁𝖺𝗋𝖽-𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍𝖾𝖽 ✷ 𝘁𝗲𝘁𝘁𝗮 𝗸𝗶𝘀𝗮𝗸𝗶

ㅤ⌗ 027. dolor con amor se cura.

( 横浜市 )
027. DOLOR CON AMOR SE CURA.

KISAKI NO SABÍA que a partir de ese mismo momento, sería conocedor de tantas anécdotas acerca de Yui de las que jamás había escuchado.

No sabía si sentir felicidad por saber algo que ella no se atrevería a contar, para poder guiarse con ello. O si sentir miedo por algún posible cruce de realidad que le hiciera cambiar su visión de ella; aunque eso lo dudaba. Él era plenamente consciente de que Yui se había ganado un amplio hueco en su corazón, por mucho que no fuera consciente de todo aquello que ella pudiera haber escondido por miedo o desconfianza. Por cosas que fue descubriendo poco a poco y que ahora podrían ser algo más conocidas para él.

—¿Entonces, qué quieres saber? —fue la pregunta que le dejó vía libre al rubio para tomar una decisión. Pero no sabía por donde empezar, no al menos por nada más que por lo obvio.

—¿Cómo era Yui de pequeña? —fue lo primero que le vino a la cabeza, usar un orden cronológico.

—Totalmente distinta; no paraba de darle abrazos y mimos a todo el mundo... Y tú estarás pensando: «¿Yui? Imposible». —Había dado en el clavo—. Pero así era; sin embargo, en su casa solo éramos su padre y yo quienes aceptábamos esos abrazos. Su madre siempre la rechazaba de mala manera, y eso a veces la hacía cohibirse... —Izana chasqueó la lengua, la madre de la azabache era una de las personas a las que afirmaría tener más repudio; y es que era la principal culpable de que a quien él consideraba su mejor amiga hubiese cambiado tanto en el aspecto emocional.

El rubio frunció el ceño pensando en las palabras de Izana; o más bien, pensando en cómo alguien podía cambiar tanto por culpa de la actitud de una persona.

—Lo peor es que yo he vivido esa transformación y no he podido hacer nada por cambiarlo —Hizo una pausa, rememorando escenas en su cabeza—. Tampoco tenía el poder de hacerlo, lo único que podía hacer era intentar alejar a Yui de su madre hasta lo que me permitía nuestra edad. Sobre todo cuando su padre estaba trabajando fuera y ella convivía únicamente con su madre. Además de todo el tema de los Valiums, que ya sé que Yui te lo ha contado, su madre siempre la tenía en un plano excesivamente secundario, e incluso más de una vez la castigaba encerrada en su habitación durante horas con tal de no verla, o la dejaba en el porche durante la noche porque no quería comerse un plato de cena al que le había echado pastillas machacadas.

—No pienso permitir que Yui vuelva a pisar esa casa —fueron las únicas palabras que dictaminó el de luceros grises después de recibir toda aquella información—. No sé cómo voy a hacerlo, pero alguna manera habrá.

—No es tan fácil, la única solución es que a su padre le den la custodia completa —murmuró, cruzando sus brazos y alzando a la cabeza mirando a un punto fijo y aleatorio; tratando de pensar.

—Se nos ocurrirá algo —el albino asintió.

—Entonces... ¿Eso es lo único que querías saber? Algo más tendrá que haber, ¿no? —las palabras repentinas de Izana le hicieron a Kisaki volver a donde estaba mentalmente unos segundos atrás. En ese instante estaba en blanco; no sabía qué preguntar, por más que las dudas no parasen de revolotear sobre su cabeza.