𝗁𝖺𝗋𝖽-𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍𝖾𝖽 ✷ 𝘁𝗲𝘁𝘁𝗮 𝗸𝗶𝘀𝗮𝗸𝗶

ㅤ⌗ 026. conocimiento de causa.

( 横浜市 )
026. CONOCIMIENTO DE CAUSA.

—QUÉ SERIA te has puesto de repente; ¿ha pasado algo? —El albino chocó miradas con la chica cuando aquella invitación a una conversar de algo desconocido para él había salido de sus labios.

—Es que quiero hablar contigo de algo... No me voy a enfadar, menos cuando me has ayudado tanto ahora, pero solo quiero que seas sincero conmigo —Declaró, subiendo sus pies a la zona acolchada del sofá, rodeando sus rodillas con sus brazos y observando las acciones del mayor con una mirada furtiva.

—Me estoy preocupando, Yui. ¿Por qué te iba a mentir? —cuestionó; sin saber que aquel tema de conversación que iba a sacar fue la escena que se repitió en bucle en su cabeza mientras, en la ducha, no pudo pensar en nada más que no fuera aquel momento.

La fémina se mantuvo unos segundos en silencio; los suficientes como para planificar aquello que que quería decirle. Estaba nerviosa, siendo plenamente consciente de que era probable que el chico incluso no recordase esa escena que ella había creado en su cerebro, a raíz de palabras escuchadas salir con desgana por la boca de su madre. No quería recordar las frases escuchadas, no quería volver a pensar en ello; pero sabía que no podría pasar página hasta que aquello pudiera ser aclarado de mano de uno de los mismos protagonistas de la escena.

—Izana... ¿Mi madre trató de convencerte para que te alejaras de mí? —El chico se paralizó, esperaba cualquier cosa menos ese comentario, y fue por ello que la chica analizó y comprendió su reacción al instante—. Está bien, sí lo hizo... —pensando que en ella predominaría la furia, se controló—. Entonces, ¿por qué aceptaste? ¿Por qué al menos no me dijiste que te alejarías por eso? Hubiese encontrado la manera de contactar contigo antes —murmuró la última frase; dejando al chico sin palabras.

—Agh, mierda Yui, no esperaba que fueras a salir con esto ahora. Me has pillado completamente fuera de juego —la fémina desvió la mirada mientras escuchaba sus palabras. Al menos estaba siendo sincero—. Yui... Tenía trece años y tú nueve, pensé que apenas me recordarías y que aquello no te afectaría. Además, en ese momento ya había matado a alguien por venganza, y no sé cómo tu madre lo sabía... Me amenazó con venderme a la policía si no me alejaba de ti por no ser una buena influencia, no quería que salieras mal en los estudios.

—Siempre igual... A ella solo le importa su reputación y el dinero... Nada más. —Chasqueó la lengua mientras su mirada chocaba con el suelo—. Mierda, es que no quiero estar así, no quiero sentirme tan impotente —Murmuró en voz baja, quejándose en voz alta para sí misma; no quería culparlo, y más habiendo escuchado eso. Sabía que su madre era completamente capaz de ello, y sabía que para él, sería preferente salvarse a sí mismo; por mucho que luego acabase en la correccional de igual manera—. Izana... Sabes que eres una de las personas más importantes que tengo en mi vida, ¿verdad?

—Sí, y sabes que tú también lo eres para mí, ¿no? —la mirada se mantuvo fija en dirección a la chica; el albino procedió a posar una mano sobre su hombro, intentando que la mirada de color verdusco no se perdiese en la nada.