# HARD-HEARTED ! ✧
━━tokyo revengers; intelligence,
manipulation & criminality.
❪ tetta kisaki x fem!oc. ❫
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━━━━ SUMMARY . . . % ! ━━━━
UNA historia en la que el antagonista
cobra el papel y el punto de vista de
un personaje principal.
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TENÍA MUCHO MIEDO. La palabra definitivamente era esa.
Quedaban únicamente dos días para el dichoso juicio en el que se ponía en juego mi custodia; y con ello, el resto de mi vida hasta lograr la independencia. Y no quería pensar en ello, pero no podía evitarlo. La presión se establecía en mi pecho, constantemente, sufriendo altibajos que variaban en función de la actividad que realizaba.
Daba vueltas a lo largo de la noche, me desperté y pensé en ello. Desayuné, y mientras removía la taza de café, de nuevo pensé en ello —tampoco sé quién diantres me mandaba a tomar café teniendo los nervios en las nubes, pero era eso o sentir que me iba a quedar en la cama para no tener que levantarme—. Me contaba anécdotas a mí misma para ocupar mis pensamientos en otras cosas, pero siempre acababa pensando en ello. Optaba por cambiar de actividad cada cinco minutos, intentando encontrar algo que me atrapase y no me recordase aquel tormento de forma constante.
Pero no sé cómo lo hacía que mi cabeza siempre acababa dándole vueltas a lo mismo. Como si no hubiese nada más que rodease a mi vida en esos instantes. Me sentía completamente impotente, si tenía la posibilidad de hacer algo para remediarlo, sacar el valor para hacerlo era simplemente un reto imposible.
Y lo detestaba, detestaba tenerlo que relacionar todo a lo mismo, ver lo que fuese y acabar comparando mi situación familiar actual con la de un futuro mínimamente disfrutable.
Pero no podía hacer nada, gran parte no dependía de mí; y quizás era precisamente eso lo que me frustraba.
Estaba intentando repetir otra actividad aleatoria para ocupar mi cabeza. Me encontraba sentada en mi escritorio mientras mi libreta, donde usualmente anotaba los planes, se estaba convirtiendo en una especie de libro de bosquejos aleatorios.
Casi nunca dibujaba, lo hacía solo cuando me aburría mucho o cuando necesitaba despejarme del mundo.
