𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚜𝚎𝚒𝚜

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Se vio al espejo y suspiró

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Se vio al espejo y suspiró. No podía creer que estuviera a punto de hacer aquella locura, no quería atarse a esa mujer de por vida, pero si Win estaría a salvo, no le importaba.

Era el día de la boda.

Su corazón dolía por cada segundo que pasaba y se acercaba a la hora final. Una que decidiría su futuro. Se negaba completamente a esto, pero no tenía opción, se sentía encarcelado como si fuera un prisionero.

Oír llorar a Win, fue lo más doloroso que en su vida pudo experimentar, aquella noche que rompió todas sus ilusiones se pego contra la puerta, y se quebró en ese instante que lo escuchó sollozar. Lloró en silencio, tapando su boca, temiendo ser escuchado.

Era lo que debía hacer.

Win era su todo, su primer amor, y no estaba dispuesto a perderlo.

Después de ahí, Ainhara controló su vida, y él simplemente se mantuvo cautivo de sus planes, como una marioneta.

No pudo decírselo a nadie, la castaña no trabajaba sola (algo de lo cual se había enterado) y si se atrevía a realizar cualquier movimiento, ellos actuarían por ella.

No pudo decírselo a nadie, la castaña no trabajaba sola (algo de lo cual se había enterado) y si se atrevía a realizar cualquier movimiento, ellos actuarían por ella

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Fulminó a la mujer en cuanto ésta entro al salón, mirándola con el mayor desprecio posible. Uno que nunca llegó a sentir por nadie hasta ahora, sus manos se apretaban en puños deseando plantarle un golpe en el rostro y quitarle aquella sonrisa.

Ella simplemente lo ignoró mientras caminaba con lentitud, avanzando hacia él y tomando su corbata entre sus manos. Acto que le repugno.

Su simple toque era efímero, venenoso.

"Suéltame". La alejó de un manotazo, negándose a dejar que lo tocara.

La castaña alzó los hombros sin importancia. "La ceremonia comenzará en una hora, es mejor que te apresures, amorcito". Le mando un beso volador, sus ojos brillando de perversión. "Ni siquiera pienses en hacer una locura o te arrepentirás". Fue lo último que dijo antes de darse media vuelta y salir de la habitación.

Se sentía impotente, apretó sus manos con fuerza conteniendo las ganas de querer mandarlo todo a la mierda y respiró profundamente tratando de tranquilizarse.

𝙈𝙮 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙄𝙣 𝙇𝙖𝙬 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora