Afuera, el suave golpeteo de la llovizna caer al suelo hacían un ambiente mucho más romántico, los delicados dedos de Win trazaron con dedicación y ternura la fina mandíbula de Bright, su tersa piel contrastando con el tono bronceado del castaño era lo único que estaba bien.
Ambos se sonrieron, y Bright cerró detrás de él, la puerta del departamento, aventó su saco por algún lugar de la sala y casi con necesidad agarró posesivamente la cintura del azabache entre sus manos de nuevo. Sus labios instantáneamente haciendo contacto y el hormigueo por estar separador tan solo unos segundos siendo calmado.
Win tenía las mejillas de un lindo color rosadito, temía estar haciendo algo mal y Bright lo notó, negando e intentando introducir su lengua, no puso objeción, y abrió un poco sus labios dejándole invadir su cavidad bucal, no pudiendo retener los pequeños gemidos que se le escapaban. El castaño estaba violando salvajemente su boquita, lamiendo y mordiendo mientras sus manos se paseaban por la figura del menor.
Win dejó de sentir el suelo, y jadeó con impresión ante la fuerza que habían hecho los brazos de Bright al levantarlo y pegarlo contra la pared con fuerza, no logró callar un gimoteo de dolor, pero rápidamente paso a segundo plano, cuándo besos húmedos fueron puestos en su pálido cuello, haciendo de la escena aún más caliente.
Bright respiró su aroma como si fuera su droga, lamió y succionó su cuello, dejando una, dos, tres marcas rojas que pronto se tornarían moradas.
Sin dejar de besarse, el castaño lo cargó de manera nupcial, los piecitos del azabache quedaron colgados, pero no le importó, colocó sus manos detrás de la nuca de Bright y lo atrajo hacia él mientras éste lo llevaba hacia su recamara.
La manera tan especial de sus belfos uniéndose y el chasquido que emitían al despegarse, inundaron la habitación en cuanto llegaron, y besándose con deseo combinado con amor se mantuvieron en esa posición unos minutos más.
El celular sonó; lo ignoraron, en ese momento ninguno de los dos parecía querer hacer caso, porqué esto era solo de los dos. De ellos, siendo solo Win y Bright.
El castaño se encargo de ponerlo sobre la cama con cuidado, le extrañaba de cierta forma la manera tan detallista con la que Chiva-aree le acariciaba y le hacía sentir seguro, cómodo.
Quitó sus botines, y los zapatos propios, el suéter desapareció por algún lugar. Bright subió su mano tocando sus piernas y muslos a través de la áspera tela del jean. Y cuando llegó al inició de su polera comenzó a subirla hasta quitarla por completo, dejando al descubierto la pálida piel del azabache, y el castaño siendo bendecido al ver tal obra de arte.
"N-no m-mires". Susurró bajito, tímido.
Bright sonrió, maravillado.
"Todo tú eres hermoso. Hasta tu bonita y tierna pancita, bebé".
Los pezones de Win se erizaron, y cerró los ojos en cuanto las expertas manos de Bright comenzaron a bajar su jean.
Y temió por su aun intacta virginidad cuando Bright se quedó de piedra dándose cuenta de lo que tenía puesto, vio como sus ojos se tornaban oscuros mientras lamía su labio inferior, recorriéndolo de arriba hacia abajo.
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𝙈𝙮 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙄𝙣 𝙇𝙖𝙬 🥀
Hayran KurguWin Opɑs-iɑmkɑjorn y ɑinhɑrɑ Opɑs-iɑmkɑjorn son como el ɑguɑ y el ɑceite, ɑ pesɑr de ser hermɑnos no compɑrten ese vínculo, siendo lɑ sɑngre lo único que los une. Después de eventos desɑfortunɑdos, ɑinhɑrɑ conseguirά lo que Win ɑnhelɑ con desesper...