𝙈𝙮 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙄𝙣 𝙇𝙖𝙬 🥀

𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚍𝚘𝚜

".... Positivo, estoy embarazado".

Unas lágrimas salieron de sus ojitos, Mook lo atrajo y lo apretó contra ella en un abrazo reconfortante.

"¿Qué voy a hacer?". Susurró temeroso.

Tenía miedo, ser papá no estaba en sus planes, ni siquiera se le había cruzado por la cabeza el que fuera un doncel, todo había llegado de golpe. Habían sido descuidados, él mismo y el castaño al no haber usado protección, la calentura los había cegado y ahí estaban las consecuencias; una vida creciendo dentro de él.

"¿Tú quier...?".

Win negó bruscamente, él quería tenerlo, de ninguna forma la cosita hermosa dentro de su vientre tenía la culpa de sus acciones. Tendría que hablar pronto con Bright.

El viaje a casa fue silencioso, Mook se dedicó solo a conducir y el pelinegro a mirar por la ventana. Estaba aterrado, muy aterrado, más que nada por las reacciones que tendría su familia, en especial la de Ainhara, no le deseaba ningún mal, pero estaba seguro que esto la destruiría por completo.

Sonaba hipócrita, le había robado al novio e inclusive se había embarazado de él.

Pero no había tiempo de arrepentirse, ni que la culpa lo consumiera, pensaría y actuaría de acuerdo a lo que él creía referente a ese bebé.

Bajó su mirada a su vientre y sonrió antes de acariciarlo con delicadeza, aún estaba plano, probablemente eran tan solo una pequeña bolita que se estaba formando, no había indicios de crecimiento, sin embargo, sabía que era diferente, él estaba diferente.

A pesar de todo, se sentía feliz, le emocionaba, pero al mismo tiempo le aterraba, tendría un hijo con Bright, su primer y único amor de toda la vida.

¿Tenía derecho a ponerse feliz?

"No me he querido meter antes. Pero Win, necesito que me digas el nombre del otro padre y si se hará cargo". La voz de Mook sonó demandante.

Win movió su cabeza ferozmente, no podía decirle, aún no.

"Se hará cargo". Afirmó. "N-no te preocupes... Yo hablaré con él está noche".

Mook asintió insatisfecha, pero respetaba la decisión de su hermano, no hizo ni una pregunta más, entendía la gravedad de la situación.

Cuando llegaron a casa, lo que parecían ser cajas y maletas en el pórtico les llamaron la atención, un camión de mudanza era estacionado frente a su patio y Win no pudo más que fruncir su ceño. Ainhara se encontraba hablando con uno de los trabajadores, dando indicaciones.

Salieron del auto indiferentes y ella se dio cuenta de su presencia, pero eso no es lo que hizo temblar a Win, la cara mordaz que mostró Ainhara tan solo unos milisegundos fue suficiente para dejarlo helado. Lo miró como si fuera superior, como si ella hubiera ganado.