Prenda 2

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Sunoo salió a eso de las 7 de la tarde de la boutique –hora que cierra–, quedó dicho a los prometidos que se los tendrá en un mes. En caso de cambiar el diseño o algo en ellos se los hará saber enseguida. Quedaron satisfechos con la atención del joven. Cualquier persona que fuera a la boutique quedaría satisfecha, además Seulgi se llevó un par de prendas que Sunoo tenía en la vitrina porque le gustaron demasiado.

La vida de Kim Sunoo no es caótica, ama lo que hace aunque siempre ha soñado perfeccionarse aún más, pero para eso tendría que dejar la boutique e irse a Seúl junto a su hermana para poder estudiar. Sumando que tiene que dar un exámen de admisión, no sería tan sencillo.

Camina hasta casa, los vecinos y locatarios que cierran lo saludan recibiendo una sonrisa y un saludo de su parte, Sunoo es un joven al cuál la mayoría de los vecinos y locatarios aprecian debido a su respeto por los adultos mayores, es detallado como un joven fuerte, valiente, y amable. Irradia perfectamente el nombre de la boutique aunque él sabe que no es tan así. Una sonrisa dulce y afable, una risa contagiosa y ruidosa, alguien en quien confiar, alguien que cuida y ama a sus cercanos. Sin embargo también como cualquier persona tiene su otro lado, a veces es demasiado obstinado para su propio bien, otras se molesta con facilidad en especial con las injusticias, es tosco con las personas que no son de su agrado y otras es demasiado modesto para su propio bien y a veces confía demasiado en su intuición, no obstante así es él.

Aunque una de las cosas, que con más el mismo tiene cuidado es con su boca.

Su honestidad.

Demasiado honesto para muchas personas que lo consideran irritable y pesado por no ser ellos mismos honestos, y para los más honestos alguien agradable. En el pasado su boca le trajo problemas, como ejemplo, el colegio. No fueron problemas que lo marcaron de por vida, pero si fueron momentos incómodos de su vida escolar. Ahora tiene un poco más de cuidado, mucha honestidad tampoco es buena, él hace lo mejor para el mismo, y piensa que ser brutalmente honesto como cuando era más joven, no es una buena opción.

Tanto su abuela como su madre, le habían dicho que se parecía a su padre. Sunoo sin haberlo conocido asintió a esas palabras.

Llegó a casa, desde afuera escucha voces altas ¿Una fiesta sin que él supiera? Eso es raro, normalmente él las organiza porque no tolera demasiado desorden. Sube las escaleras y abre la puerta curioso pero con cautela.

—¡Sunoo! ¡Te escuché venir!

—¡La puta que te parió!

—Oppa, esa boca.

Park Jongseong rió, aprieta entre sus brazos a su mejor amigo. 

—¿Qué no estabas en Busan, tú? —preguntó Sunoo entre asqueado y cómodo por el abrazo, que devolvió. 

—Duele...—rió nervioso Jongseong debido al dolor—. Volví antes, pero primero déjame respirar...

Dijo lo último sin aire, ¡Que lo mata este psicópata!

Sunoo sonrió malicioso, aprieta más fuerte, soltando a su mejor para que respirara normal unos segundos después, el pobre busca aire. 

—Casi me matas psicópata.

—Era mi intención, sangre por sangre hermano, me diste un susto. —excusó Sunoo levantando las manos, inocente de su acción.

—Aww, no has cambiado nada.

Jongseong aprieta las mejillas de su mejor con cariño haciendo muecas como esas que hacen las personas cuando interactuan con un bebé, a pesar de haberlo querido metafóricamente matar está acostumbrado a él. 

Prada Bag | sunsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora