Prenda 13

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—Kim Sunoo, bienvenido.

Sunoo asiente, creo que la lengua se la comió un ratón.

—¿Qué pasó? ¿te comió la lengua un ratón? Mira que es extraño no escucharte insultarme o parlotear como sueles hacer. —señaló burlón Sunghoon, sin mostrar una pizca de mentira al decirlo.

Le tirita un ojo al Kim, que ríe sin gracia.

¿Dónde hay un lápiz?

—Que gracioso, homúnculo con patas.

Sunghoon se le borra la expresión burlona, empuja la lengua contra una mejilla. Aclara la garganta, corre el portátil a un lado, de los cajones extrae una carpeta blanca. La abre y comienza a leer y a recorrer los papeles.

—Bien Kim Sunoo, según tus documentos realmente solo llegaste hasta preparatoria, no alcanzado la universidad.

—¿Crees que mentí? —arrugó la frente Sunoo, ¡¿dónde hay un maldito lápiz?!

—Para nada —negó Sunghoon sin mirarlo enfrascado en los papeles—. Solo lo menciono, entre otras cosas trabajas en la boutique desde que saliste de la preparatoria por herencia de tu abuela materna, y que está actualmente bajo tu nombre. —gira los papeles y prosigue—. Tienes 21 años y una hermana mayor, académicamente tus notas...—paró unos segundos, Sunoo le late más fuerte un ojo seguro se burlara de él, no fue muy buen estudiante—. Digamos que eras regular, en cuanto a trabajo solo has trabajado en tu boutique.

Cerró los documentos de Sunoo, abrió otro cajón y sacó otra carpeta de color negra, el azabache espero la burla por sus estudios pero no llegó.

Extrañamente.

—Este es tu contrato revisado y con tus conclusiones, seguros, sueldo y demás. —abrió la carpeta, la extendió a Sunoo que se acercó a leer más mientras señala las condiciones de Kim—. Acá están tus conclusiones, el contrato es de un año, pero en caso de que lo desees puede haber una extensión como dice acá...—señala el rubio ceniza—. Puedes leerlo con tranquilidad.

Sunoo tomó la carpeta y leyó su contrato, Sunghoon volvió al portátil, unos segundos diviso como venía vestido Sunoo, alzó una ceja. Se ve demasiado formal.

—No necesitabas venir tan formal Kim Sunoo.

—Bueno yo quise, ¿acaso va tomar mal el consejo de mi Noona? —arrugó el entrecejo mientras leía el contrato.

—Para nada, solo lo señalo Kim Sunoo.

Sunoo bufó suave, buscando la calma ¿por qué este desgraciado no podía callar la maldita boca y sacar una y otra vez su persona? Lo detesta.

Sunghoon lo mira unos segundos más, se ve irritado. Una pequeña sonrisa tiro de sus comisuras antes de volver la atención al portátil, es un odioso ser humano, parlanchín, tosco, irrespetuoso y para nada afable como le dicen que es Mina y Jungwon. No obstante admite algo.

Es divertido sacarlo de sus casillas, hasta ahora lo es.

Es divertido sacarlo de sus casillas, si, solo cuando no le apunta con un lápiz a la yugular.

Estuvieron en un silencio muy silencioso aunque sin ser incómodo o cómodo. Solo un silencio, nada más ni nada menos.

Sunoo leyó varias veces hasta estar conforme con cada palabra por más mínima que esta sea. Sunghoon se enfrasca en el portátil tecleando.

Las teclas son el único sonido que se escucha en la oficina del segundo piso.

Sunoo se atoró al releer el sueldo. Con razón nadie se va de este lugar.

Prada Bag | sunsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora