XVI. LAZOS

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Hay lazos que por más que parecieran nunca haberse creado están ahí, más vivos y fuertes que nunca otro. Como el lazo entre Moon y Seokjin, que por más que se creyera no existe uno entre ellos, ahí está cada día haciéndose más fuerte y saludable.

Muchos dirán que no tiene sentido ya que en primera Seokjin nunca dio a luz a Moon, pero lo que esas personas no saben es que, al ser Omega Clase A, él ya había creado el lazo con su cachorra desde la vez en que acepto el vientre de alquiler.

Y que por más que todos sus traumas lo alejaron de ese bello proceso de gestación, el la amaba con toda su alma y esperaba con ansias su llegada.

Sin embargo, pasaron como casi diez años y Seokjin tenía una vida completamente diferente, no recordaba la mayoría de su pasado.

Ahora tenía una nueva pareja y estaba en espera, sin embargo, a pesar de ahora tener la vida perfecta su omega siempre le hacía recordar que no se sentía completo.

A un principio Seokjin creyó que era porque hace muchos años el había perdido a su bebé en el ataque de ira que tuvo su ex-alfa, por lo que con su nueva pareja intento tener hijos, pero su omega se negaba y le insistía que no formaría otro lazo con los hijos de alguien que los obligo a ser su pareja.

Seokjin muchas veces pensó que su lobo estaba LOCO, ya que si alguien los salvo de la misera muerte que hubiesen tenido fue Junmyeon. Por lo que ahora que estaba gestando había bloqueado la comunicación con él para que no le afectara la última oportunidad que se daría para ser padre.

Sin embargo, de alguna manera todo se fue a la mierda cuando se chocaron con la cachorra del supermercado, Seokjin no entendía la insistencia y ansiedad de su lobo por encontrar a la niña que dejo y ahora que la tiene nuevamente cerca siente a su omega tranquilo pero impaciente lo cual no es bueno para él, ya que en su estado no pude darse el lujo de que su lobo se salga con la suya.

Fue así que para calmar a su lobo y el tener la seguridad que no tendrá un aborto espontaneo, comenzó a cuidar de la niña. Aunque en un principio fue difícil, debido a que el padre de la cachorra estaba reacio a su acercamiento y tanto era de esa manera que una vez el alfa termino tratándolo muy mal, que Seokjin lo único que pudo hacer en ese momento fue buscar seguridad en su pareja.

Jin entraba a la cafetería bien hermoso, con su bello uniforme de animalitos, ya que ahora pertenecía al personal de pediatría.

—Buenos días Wheein—saludó el omega a la mujer que lo atendía.

—Buenos días Jinnie, ¿te integras nuevamente? —preguntó la beta, pues ciertamente la mayoría de los trabajadores sabían que Jin iba a tomar unas largas vacaciones por su embarazo, ya que hasta ellos sabían las complicaciones que tuvo en sus embarazos anteriores.

—Sí—afirmó contento, una bella sonrisa se plasmó en su rostro.

—Oh me alegra mucho, fueron unos meses un poco abandonados sin tu presencia—comento la beta, ciertamente era Jin con quien había congeniado más y eran tipo amigotes, sin embargo, les era difícil coincidir un día u hora.

Jin hizo un puchero.

—Pero ya volviste hermoso, mejor dime ¿Qué quieres comer? ¿algo de tomar?

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