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Heeseung movió con ansias su pierna derecha mientras daba pequeños golpes sobre la mesa con su dedo índice, sintiéndose incapaz de seguir tomando de su vaso con café debido al nerviosismo que sentía; había llegado a la cafetería una hora antes, quería tomarse un tiempo para relajarse, pero parecía ser imposible porque con cada segundo que pasaba, se ponía peor.

Era sábado en la mañana, tuvo un poco de tiempo libre antes de regresar a sus obligaciones en el hotel, así que aprovechó ese espacio para quedar con Sunoo y verse después de la insistencia del omega. ¿En qué estaba pensando cuando aceptó? Ya no se sentía con tanto valor, podía tal vez ser un poco seguro por medio de mensajes porque nadie lo estaba viendo, ¿pero en persona? Era un total asco, apenas podía mantener una conversación sin parecer aburrido, y a pesar de que ya había conversado con Sunoo unos minutos, se sentía como si estuviera en un tipo de cita a ciegas, viendo por primera vez a alguien desconocido.

Un fuerte aroma a café con leche lo sacó de sus pensamientos, causando que su corazón latiera con más fuerza mientras su lobo se removía inquieto sin poder controlarlo, ¿qué era esa sensación tan diferente?

—Heeseung —lo llamó con una enorme sonrisa cuando estuvo parado frente a la mesa.

Heeseung se levantó torpemente de su silla para saludarlo, golpeando accidentalmente la mesa con su rodilla, causando que se derramara un poco del café que estaba tomando minutos atrás.

—L-Lo siento —se disculpó con rapidez, limpiando el café derramado con varias servilletas.

Sunoo rió por lo bajo con diversion, captando la mirada del alfa que detuvo sus movimientos mientras sus mejillas se calentaban por la vergüenza.

—No te preocupes —le sonrió, tomando asiento en una silla, ayudándolo a limpiar— Solo es un poco de café —se encogió de hombros, obteniendo una sonrisa apenada por parte de Heeseung.

—Soy muy torpe a veces —se sentó también, haciendo a un lado los papeles sucios— Lo cual es irónico porque soy mesero, no debería ser así.

Sunoo volvió a reír, causando que Heeseung lograra relajarse un poco.

—Entonces...

—Mi olor no es a chocolate amargo —dijo directamente, sintiendo sus propios ánimos bajar ante esa confesión que no debía desilusionarlo— Mi olor es a madera... Creo que te confundiste de alfa en la cena, lamento no habértelo dicho antes, pero estabas insistiendo tanto que creí que era mejor aclararlo en persona.

Sunoo ladeó la cabeza, confundido, y segundos después, negó.

—Puedo sentirlo justo ahora viniendo de ti.

—Eso imposible, estoy seguro de mi propio olor.

—¿Me llamas mentiroso? —enarcó una ceja.

—No, no, no pienses eso —agitó sus manos, negando— Es solo que no es mi olor, ¿cómo podría confundirme con eso?

—¿Percibes mi aroma en este momento, cierto?

—Desde antes de que entraras pude sentirlo —soltó, sintiéndose apenado segundos después.

—¿Lo ves? Es extraño —guardó silencio por algunos segundos, pensando— ¿Qué aroma percibes de mi?

—Café con leche, es muy fuerte.

—No es cierto, de seguro es la cafetería —contradijo sin dejar de mirarlo.

—No es la cafetería, mi alfa lo percibe de ti —Sunoo sonrió.

—¿Ahora entiendes que no estoy mintiendo? —Heeseung no respondió, un poco perdido— Mi olor es a durazno. Mi omega también percibe un aroma diferente... Se pone muy inquieto y ansioso cuando te siente, nunca me había pasado antes con nadie —Heeseung no pudo contradecir nada más, limitándose a verlo.

Meant to be. ‹𝟹 HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora