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Riki se había tomado el tiempo suficiente para arreglarse esa mañana, fue cuidadoso con cada detalle para dar la mejor impresión en ese día tan importante para él.

El día en el que le pediría a Jungwon el permiso para cortejarlo.

Tenía mucho miedo, era obvio, pero tomando en cuenta el tiempo que habían estado compartiendo durante esas dos semanas, creía que tal vez ya había creado algún tipo de acercamiento con el omega, y a decir verdad, tenía la leve impresión de que obtendría una respuesta positiva, Jungwon no parecía del todo cerrado a sus acercamientos y tratos. Esperaba no estarse equivocando, sino, se sentiría muy patético.

Entró a la facultad de su mejor amigo antes de que las clases iniciaran, se fue en busca de Jungwon directamente, dejando a Sunoo atrás en la entrada de su salón con Heeseung quien también acababa de llegar, caminó por el largo pasillo sosteniendo en sus manos una pequeña caja de galletas caseras que había hecho el día anterior, hasta que vio a Jungwon recargado en la pared hablando con alguien. Su sonrisa empezó a desvanecerse con cada paso que daba hacia el omega, notando como coqueteaba abiertamente con el alfa frente a él.

Nunca se había sentido tan amenazado, siempre estaba muy seguro de sus decisiones, sin temor a ser rechazado por algún omega, pero ahora, no sabía cómo manejar la situación. Trató de no parecer nervioso y siguió caminando con paso decidido hasta que estuvo lo suficientemente cerca para ser notado por el omega.

—Riki... Hola —Jungwon lo vio con sorpresa, no esperaba verlo ese día tan temprano, se supone que llegaría más tarde.

—¿Interrumpo algo importante? —dijo con tono neutral, viendo al otro alfa que se mantuvo en silencio y con expresión molesta.

—Si, estaba hablando con él, ¿no ves? —respondió a la defensiva el alfa.

—Le pregunté a Jungwon, no a ti —respondió casi en un gruñido.

—No empieces, Riki —regañó sutilmente el omega— Creí que vendrías más tarde.

—Bueno... Es que quería hablar contigo —ignoró por completo al otro chico, dirigiéndose solo a Jungwon.

—¿Y tiene que ser ahora? —preguntó el omega en tono aburrido.

—Es importante —asintió.

—¿Y si mejor hablamos luego? Estoy un poco ocupado ahora mismo.

Riki se sintió ciertamente ofendido y sorprendido por ser tratado así de manera tan repentina, ¿por qué parecía que no le gustaba su presencia?

—Si, bueno, está bien, lo siento —se disculpó casi en voz baja, viendo la caja en sus manos— Traje esto para ti, espero que te gusten.

Jungwon aceptó el detalle con una suave sonrisa y vio al alfa alejarse antes de poder agradecerle.

—Pobre idiota —murmuró el chico antes de reírse por lo bajo— Pero bueno, ¿en qué estábamos? —preguntó en tono sugerente, acercándose un poco más al omega.

Jungwon sabía que había lastimado a Riki, había actuado como un total insensible, pero no podía seguir involucrándose de esa manera con él. Riki siempre era muy amable y detallista, y eso a veces lo hacía sentir fuera de su zona segura, porque a pesar de que le gustaba esa sensación de obtener atención sin doble intención, no quería volver a sentirse que no era suficiente, no quería sufrir de nuevo por su baja autoestima o por sus inseguridades, prefería tener todo como siempre en lugar de crear sentimientos reales por alguien más, el sentimiento de sentirse admirado por muchos lo hacía sentir seguro, no quería cambiar eso.

Un nudo en su garganta se formó por lo estúpido que se estaba sintiendo, el alfa seguía hablándole sobre algo a lo que no le estaba prestando atención mientras pensaba en que posiblemente estaba arruinando su única oportunidad con alguien que a lo mejor, si lo valora genuinamente. Estaba complicando todo, no sabía ni siquiera él mismo qué era lo que quería, estaba huyendo de las nuevas sensaciones por el miedo a que todo termine mal y tener que regresar a ese hoyo del que tanto le costó salir.

Meant to be. ‹𝟹 HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora