Capítulo 11

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El pequeño con total desfachatez se desnudó, colocó una toalla, se sentó en un banquito, comenzó a bañarse antes de entrar a las termales, lo había hecho con su amigo Sasuke y Shikamaru en otras ocasiones, no veía problema en hacerlo. Cuando Itachi salió, por el reflejo del espejo, Naruto vio al mayor observarlo con cuidado, el pequeño era un poema completo, se puso exageradamente rojo al ver el cuerpo del mayor "es un maldito adonis" bajó su rostro ocultándose trás su cabello un poco largo al darse cuenta como lo había visto y como el Uchiha lo observaba. Itachi lo veía con cuidado detallando en el pequeño, su pequeño cuerpo y rostro lo atraían bastante, desde aquella vez que lo vio desnudo en el hospital, había veces que soñaba con él, le avergonzaba aceptarlo, se suponía que estaba casado y sólo debía pensar en su esposa, pero ella no lo hacía ponerse de ese modo.

Itachi reaccionó al ver al pequeño bastante rojo de su piel, vio el reflejo en el espejo, se dio cuenta que el pequeño debió verlo observándolo, se avergonzó, un pequeño sonrojo se mostró en sus mejillas, se sentó a su lado, comenzó a enjabonarse -perdón si te incomodé, estaba pensando en otra cosa -el rubio negó decepcionado, creyó que en verdad se había fijado en él -no me incomodaste -Naruto comenzó a enjabonarse lentamente observando con el rabillo del ojo al mayor quien de vez en cuando hacía lo mismo por medio del espejo. a
Ambos se dieron cuenta de ese pequeño intercambio de miradas.

Naruto se enjuagó, se levantó guardando sus cosas personales, entró con calma al agua caliente de las termales, se sentó cerrando los ojos aún con el sonrojó en sus mejillas, sintió un movimiento en el agua, su rostro adquirió un rojo más intenso al sentir la mirada del mayor, abrió sus gemas azules un poco dilatadas, se sentía bien el ser visto de esa forma por Itachi, lo excitaba demasiado ser observado por él. Aunque él no tenía experiencia cómodo para saber si era exactamente eso lo que quería, sólo sabía que deseaba ser tocado y besado por ese sujeto a su lado, era extraño, nunca habían convivido además de ese día, una que otra plática corta, pero en verdad le gustaba.

Itachi no entendía qué le sucedía, simplemente no podía dejar de verlo, podía observar las mejillas rojas del pequeño y esas gemas brillosas, su pupila dilatada hacía que su cuerpo respondiera, lo hacía excitarse en sobremanera, podía sentir que estaba duro, sentía unas enormes ganas de poseer al pequeño, nunca antes un hombre había llamado su atención de ese modo. Izumi en un inicio le gustaba, pero esto era totalmente distinto, no sabía qué le sucedía, tenía sus manos cruzadas sobre su pecho, una de ellas la levantó, limpió su rostro tratando de distraer sus pensamientos. Naruto lo observaba con cuidado del mismo modo que él lo hacía.

Itachi observó por error sus labios, esos labios rojos y gorditos que lo llamaban como si lo hubieran hechizado. Naruto los lamió sin darse cuenta, el mayor abrió levemente sus labios con gran deseo de poseerlos, su cerebro dejó de funcionar en algún momento, su rostro se acercaba lentamente al pequeño. El rubio no se movía, esperaba desesperado ese contacto, en verdad deseaba sentirlo aunque sea una vez, él nunca había tenido nada, ni a nadie para él, esa necesidad de sólo una vez estar con el mayor lo volvía loco.

Ambos podían sentir la respiración del otro con intensidad, eran aceleradas y desesperadas. Itachi lo observaba tratando de controlarse, el pequeño abrió un poco sus labios rogando un poco los del mayor, podía ver el deseo en Itachi y la duda en sus ojos. El heredero cerró sus ojos con frustración, se alejó de él reaccionando, no podía fallar, se acababa de casar hace unos pocos meses, ¿qué demonios le sucedía?, el pequeño vio como se alejó el Uchiha de él, bajó el rostro avergonzado por el ridículo que acababa de realizar, se levantó con sigilo, salió del lugar con decepción sin ver hacia atrás. Cuando Itachi abrió sus ojos, pudo darse cuenta que no estaba a su lado, soltó el aire que retenía, se dejó hundir en el agua "soy idiota".

Naruto corrió a los cambiadores, se secó con velocidad, al terminar se colocó ropa para dormir y un obi del hotel, salió con velocidad a la recepción, solicitó otro cuarto, pagó una habitación sencilla del otro lado del hotel -¿puede avisarle al joven de la habitación veintitrés, que tomé otra habitación señorita? -la castaña asintió amablemente, el pequeño entró a su nueva habitación, se dejó caer en su cama, comenzó a llorar con tristeza, se sentía humillado, avergonzado. El mismo se humilló ante el azabache, tal vez sólo quería decirle algo y él malinterpretó sus acciones por su deseo de tenerlo para él, golpeó su futón con coraje -soy un maldito idiota ahora debe pensar lo peor de mí -el pequeño hipaba con coraje retenido. Continuó llorando hasta que se quedó dormido entre suspiros. Itachi por su parte se sentía el más miserable de los hombres, estuvo a punto de serle infiel a su esposa, con un hombre, estaba decidido a tomarlo y no soltarlo en toda la noche, podía leer el deseo del pequeño en sus ojos. Ahora lo había hecho sentir mal "soy un idiota".

Infidelidad (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora