Capítulo 6

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Habían pasado tres meses, Naruto ya dominaba los diez niveles de fuinjutsu del equipo de barrera, frunció el ceño, no estaba conforme, quería su legado, si el anciano había ocultado todo, también había ocultado su herencia y legado, se recargó en la silla de la biblioteca pensando en sus opciones, se tambaleó en la silla pensando, abrió los ojos al recordar el pergamino sagrado, recuerda haber visto bastantes pergaminos más en el lugar, mordió el pincel con duda ¿cómo entraría a esa bóveda?, su abuela no le daría nada, esos ancianos bastardos la limitaban. Mientras se tambaleaba en la silla veía el techo como si fuera lo más importante, podía usar los clones de sombra, podían desaparecer al instante, pero como haría para que el pergamino llegara a él, sonrió con maldad.

.....

Por la noche Naruto creó un clon, el cual tomó un henge de una chica peliazul en traje anbu, con máscara de pájaro, él se acostó en su cama a esperar sus cosa. El clon corría con velocidad por los techos de la aldea evitando a los anbus con facilidad. Al llegar a la torre subió por la parte de atrás, entrando por la pequeña ventanilla del baño de chicas, se colocó en el techo, comenzó a correr entre las sombras del lugar. Al girar en el pasillo de la bóveda observó a un anbu en la entrada. El pequeño lo vio con ansiedad, bajó su chakra a cero, espero pacientemente el cambio de turno, cuando ese momento llegó, otro ambu llegó al lugar, mientras entregaban el reporte se coló con velocidad a la bóveda, bajó del techo, con velocidad comenzó a revisar cada uno de los pergaminos en el lugar, sabía que si lo descubrían sólo debía desaparecer. Media hora ya había pasado y no lo encontraba, terminó de revisar los pergaminos, mordió su labio con duda, observó el pergamino Hokage, volteó los ojos con fastidio, lo abrió con velocidad, comenzó a buscar un sello contenedor.

Mientras leía observaba con asombro algunos jutsus, el pequeño sonrió divertido hasta que llegó al lugar que buscaba, vertió un poco de su chakra en el sello, dos pergaminos brincaron del lugar, uno tenía un remolino y otro un rayo, sonrió con burla, cerró el pergamino Hokage, acomodó todo dejamos los sellos de seguridad del lugar con cuidado colo estaban, invocó silenciosamente a Gamakishi sin decir palabra alguna, su control de chakra le permitía hacerlo. Un sapo medio grande apareció, el rubio abrió sus ojos con sorpresa, tapó su boca de inmediato pidiéndole silencio, el sapo asintió, Naruto le dio los pergamino, el sapo levantó una ceja -llévatelos, en un momento te invocó -susurro para el sapo quien desapareció del lugar, el clon del rubio reventó, el anbu que hacía guardia entró con preocupación, había escuchado un ruido, pero no veía nada raro, la barrera estaba bien, salió nuevamente a hacer guardia.

....

Naruto abrió sus ojos con sorpresa al ver el tamaño del sapo, su clon se lo había mostrado, pero eso era mucho -¿qué te comiste Kichi? -el sapo sonrió divertido -¿qué demonios te robaste Naruto? -el pequeño hizo un puchero -mi herencia y mi legado, me han estado ocultando mi origen y mis pertenencias Kichi, los ancianos no quieren que entrene y sea fuerte, esos criminales que buscan a los jinchurikis están sueltos y yo ni siquiera puedo defenderme -el sapo con su pata acarició la espalda del rubio -puedo ayudarte, le diré a pa lo que pasa, nos ayudará a entrenarte, busca una excusa para desaparecer dos semanas aunque sea para enseñarte unas cuantas cosas -Naruto se lanzó sobre el sapo emocionado -eres el mejor Kichi -el sapo sonrió -nada de eso, quiero dulces -el rubio volteó los ojos, asintió -los tendrás, dalo por hecho -

….

El rubio estaba preparado, había abierto sus pergaminos, traían las técnicas y herencias de sus padres, ahora no tendría por qué volver a sufrir de hambre, había inventado la excusa perfecta para escaparse un mes entero, mandó una nota con un sapo mensajero explicando las circunstancias a un amigo, hoy era el día en que ese amigo llegaría. En la ventana un anbu se colocó -Naruto, Tsunade-sama te busca -el rubio giró su rostro con inocencia, asintió, a Itachi esos ojos que hacía para pedir cosas a su abuela lo derretían, era en extremo adorable el pequeño. Ambos salieron por la ventana en dirección a la torre -¿te sientes mejor? -el pequeño abrió sus ojos con sorpresa, era extraño que alguien le preguntara eso, asintió con un sonrojo ligero al recordar el rostro del hermoso anbu -me siento mejor anbu-san, gracias por preguntar -comadreja lo vio con duda, quería confirmar -¿cómo supiste que era yo el anbu que te cuidó el día del hospital? -Naruto mordió su mejilla, metió la pata y ni se dio cuenta -tu cabello -Itachi lo vio con duda, pero asintió, no estaba convencido.

Al llegar a la oficina, un Inari y su abuelo estaban en el lugar, ambos chicos se abrazaron con emoción -Naruto nii-chan, me da gusto verte, mi abuelo y yo pedimos tu ayuda por un mes -ambos se veían como que habían hecho una maldad, pero los ignoraron -que increíble, ¿qué haremos? -el pequeño sonrió divertido -un sujeto rico de la aldea nos contrató para hacerle una casa a las orillas de esta, al parecer compró unos terrenos en el bosque trás los rostros Hokage -el pequeño sonrió con emoción -Naruto, me da gusto ver que estes bien, ocuparemos tu ayuda para terminar esa casa en un mes, tiempo récord, esos clones tuyos son una maravilla -el pequeño mordió sus labios emocionado, construirían su propia casa -viejo Tazuna, soy increíble ttebayo -la rubia sonreía al verlo más contento, a Itachi algo no le cuadraba, ¿por qué no habían contratado a alguien de la aldea ¿por qué el rubio tenía que ayudarlos? tal vez estaba pensando de más.

El pequeño salió con el dúo dirigiéndose al bosque -bien, Tazuna-san, Inari, les dejaré un clon de sangre, este creará diez clones diarios para la construcción, el presupuesto es el acordado, cualquier cosa mi clon les ayudará, se los agradeceré el resto de mi vida -ambos negaron -no digas tonterías muchacho, te debemos mucho, entrena como debe ser y regresa más fuerte que nunca, esos ancianos se tragarán sus palabras -el rubio soltó algunas lágrimas, Inari lloraba con él -los hombres no lloran Naruto-nii chan -el rubio lo vio aún llorando -no estoy llorando, me entró una basurita en el ojo, tú sí estás llorando -el pequeño negó -a mi también me entró basura en el ojo -ambos se abrazaban dramáticamente. Naruto creó un clon de sangre, diez clones por hoy, de repente fue llamado al monte Myoboku.

Infidelidad (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora