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Una vez los tres dentro del pequeño cuarto, decidieron poner el plan en marcha.

-Bien, relájate. -Dice Lila hacía Cinco que solo hizo una mueca.-

-No puedo con tu aliento. -Se queja este, mientras Cherry cubría su boca con una de sus manos para evitar reír.-

-¡El ajo es grandioso! -Exclama Lila mientras tomaba la mano de Cherry, que se encontraba en medio de ella y de Cinco.-

-¡Bien, basta de juegos! -Habla Cherry, esperando a que la rubia y Cinco hicieran su parte, para ella hacer la suya.-

-Esto es estúpido. -Se queja Cinco por última vez.-

Y así fue como Cinco y Lila comenzaron a usar su poder, ambos usando una mano para tomar el maletín, y la otra para tomar las manos de Cherry, la cuál esperó la señal de Cinco, para cerrar sus ojos y entrar en su mente, viendo el enorme reloj de manecillas frente a ella.
Se acercó a un mueble con una manija de oro, la cuál tomó entre sus dos manos y comenzó a girar hacía el lado contrario de las manecillas del reloj.

Todo iba funcionando, la energía creada por Cinco y Lila cargaba al maletín, y la manipulación del tiempo de Cherry le daba ese toque para saber a que año y lugar debía llevarlos el maletín.
Las luces parpadeaban y los relojes estaban locos, hasta que de un segundo a otro, todo se calmó. Los relojes funcionarion a la normalidad, al igual que las luces.

Cinco, Cherry y Lila consiguieron su objetivo.

○●○

Al caer el suelo los recibió, Cherry cayendo sobre la espalda de Cinco que soltó un pequeño quejido.

-Lo siento, déjame ayudarte. -Dice la pelirroja para extender su mano hacía el chico que aceptó la ayuda gustoso.-

-Que gran idea, Lila. Bienvenidos a la era de hielo. -Ironiza Cinco mientras miraba a la nombrada.-

-Cállate y mira. -Habla la rubia mientras señalaba con su vista hacía enfrente.-

Los dos adolescentes miraron a aquella dirección, viendo un enorme edificio desolado y en muy mal estado.
A Cherry le pareció curioso el lugar y la fachada.

-¿Esa es la Comisión? -Pregunta Cherry mientras se abrazaba a sí misma para cubrirse del frío.-

-Lo que queda de ella. -Dice Cinco viendo el lugar con su típico ceño fruncido.-

Lila se adelantó, comenzando a trotar entre la nieve hacía el lugar desolado, con Cherry y Cinco siguiendóla por detrás, entrando al edificio y notando que estaba peor por dentro.

Santo cielo. -Exclama Lila viendo a su alrededor.- Estuve aquí hace poco. ¿Cuánto tiempo pasó en verdad?

-Al parecer, la paradoja del abuelo también afecta a lugares fuera del tiempo. -Habla Cinco mientras deja el maletín en el suelo.-

-¿Eso es posible? -Pregunta Cherry y Lila al mismo tiempo.-

-Hace tiempo que dejó de serlo. -Es lo único que contesta el chico, tomando la mano de la pelirroja.-

Mientras miraban a su alrededor, el sonido de un crujido se hizo presente y segundos después unos pedazos de madera cayeron del techo. A punto de caer encima de ellos, de no haber sido por que Cherry levantó suavemente su mano hacía dirección del material, haciendo que este quedara casi congelado en el aire, pero no era así.
En realidad Cherry había manipulado el tiempo de la velocidad con la que aquel pedazo de madera caería, haciendo que este cayera demasiado lento. Lila y Cinco solo miraron asombrados como ahora la pelirroja tomaba el pedazo de material y lo lanzaba a algún lado.

-Eres increíble. -Dicen Lila y Cinco al mismo tiempo hacía Cherry, haciendóla sonrojarse y sonreír.-

-Creo que deberíamos adelantarnos un poco, si no queremos morir. -Habla Cherry, apretando un poco la mano de Cinco.-

-Tienes razón. Bien, Lila, Cherry y yo iremos al tablero del infinito. -Dice Cinco hacía la rubia que frunció el ceño.-

-¿Por que ella contigo? -Pregunta Lila, solamente para molestar a Cinco.-

-Por que sí, y punto. -Es lo único que contesta el chico, para comenzar a subir las escaleras junto a la pelirroja.-

-Bien. ¡Yo revisaré la oficina de Herb! -Avisa Lila a los dos adolescentes.- De seguro esa cucaracha sobrevivió.

Cinco y Cherry solo siguieron caminando y subiendo escaleras. Cinco soltó un segundo la mano de Cherry para entrar a una oficina y buscar algún tipo de pista que pudiera facilitar más las cosas.
Cherry estaba un poco incómoda por el silencio.

-Sé que no es buen momento. Pero la otra vez que me contaste sobre el apocalipsis y como terminaste ahí, me dejó pensando en una cosa. -Habla la pelirroja, llamando la atención total de Cinco.-

-¿Qué cosa?

-Bueno... Tal vez suene extraño, pero... Hubiera usado mi poder del tiempo, para viajar a ese año y poder, ya sabes, ayudarte o salvarte de ese lugar.

Cherry bajó su vista sonrojada y un poco avergonzada, tal vez y después de eso, el chico la tomaría de rara o le dejaría de hablar.
Pero era cierto. A pesar del mal humor, carácter fuerte y personalidad de un anciano, Cinco había logrado ablandar el corazón de la pelirroja y ganarse un lugar en el.
Y por parte del chico, aunque fuera un 99% imposible obtener un espacio en el corazón de este, Cherry logró ganar ese 1%, y aunque fuera a su manera, el sentimiento que ninguno de los dos se confesaba, era mutuo.

Cinco sintió algo dentro de su pecho alegrarse al escuchar a Cherry confesar, que habría sido capaz de haberlo salvado del apocalipsis.
Con una suave sonrisa de lado, el chico se acercó a la pelirroja, su pelirroja, para tomar con delicadeza la barbilla de esta y levantar su rostro, chocando su intensa mirada verde con la suave mirada grisácea de ella. Le encantaban los ojos de su chica, le recordaban a los días lluviosos que eran sus favoritos, un hermoso color como el de las nubes durante una tormenta, podría estar toda su vida admirando el brillo de sus ojos. Pero el tiempo no estaba a su favor, al favor de nadie de hecho.

-Agradezco que me tomes en cuenta. Creeme que yo también habría sido capaz de buscarte en cualquier año al que estuvieras.

-¿En serio? -Pregunta Cherry con su mirada brillando de emoción.-

-Nunca había dicho alto tan en serio.

Y justo cuando el rostro de ambos adolescentes estaban a centímetros de acortar la distancia y unir sus labios en un beso tan anhelado por parte de los dos. El sonido de otro pedazo de techo caer los sobresaltó al punto de que Cinco tomó la cintura de Cherry, y se teletransportó al tablero del infinito.

La pelirroja soltando un suspi esro de alivio de que no les haya pasado nada a ninguno de los dos. Y Cinco refunfuñando entre dientes al no haber terminado lo que había empezado. Pues era algo que aunque no lo diría en voz alta, lo había querido hacer desde que vió a Cherry por primera vez en el hotel Obsidian.

-Funciona. -Dice Cinco mientras movía algunos botones, hasta que unos de los pequeños televisores se encendió, dejando ver a un hombre de peculiar sombrero y gafas.-

Estaba preocupado el hombrecillo.

-Una ruptura en el continuo tiempo y espacio se está tragando todo...

Esas fueron las palabra que el hombre soltóp en cuánto comenzó la grabación.
Cosa que solo alertó a ambos adolescentes.

"Estaban jodidos..."

Cherry || Five HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora