Dragon Ball Z: ¡La Saiyajin!

Capítulo XVI: ¡¿Anon revela su plan?! ¡Ginyu se interpone en el camino!

ANUNCIO: En vista de que me he enterado de que varios tienen fanarts (lo cual me emociona muchísimo *o*), he pensado en crear un grupo de facebook en el que puedan subir sus fotos, y en los que podamos interactuar acerca del fic, ¿qué les parece? 

ANUNCIO 2: He estado desaparecida, pero no ha sido por falta de inspiración, así que tranquilos. El fic no está ni cancelado ni pausado, simplemente estaba demasiado corta de tiempo. ¡Así que tranquilos! Gracias por sus comentarios, mensajes y paciencia. ¡Los quiero! PD: ¡Tiene que ver Fukkatsu no F, es demasiado genial!  

Sin más, el capítulo:

Freezer se encontraba de pie en las afueras de su nave, observando el cielo como si de pronto todas sus respuestas y deseos fuesen a caer de él. Sus manos estaban unidas tras su espalda, mientras que sus ojos parecían hervir en rabia.

—Se está tardando mucho —masculló en voz baja a nadie en específico. Aún así, los lacayos que estaban tras él temblaron.

Sin previo aviso, giró sobre sus talones y emprendió su camino hacia el interior de la nave que se alzaba imponente frente a él. Soplaba un fuerte viento, pero sus lacayos se habían quedado más quietos que estatuas al verle pasar frente a ellos, a lo que Freezer sonrió un tanto siniestro, simplemente le encantaba cada vez que algún ser demostraba sentirse inferior a él. Freezer era vanidoso y arrogante, no estaba abierto a nada que él no pensase por sí mismo.

De pronto, el nuevo rastreador que Ginyu le había traído detectó una energía que se movía a gran velocidad en esa dirección, por lo que detuvo su caminar, pero no se volteó.

—Lord Freezer —saludó Ginyu, agachándose en el suelo con uno de sus puños sobre el mismo. Luego del sonido que causaron sus pies al impactar contra la tierra, se produjeron tres más. Freezer entendió con velocidad que se trataba de las esferas del dragón.

—Buen trabajo, Ginyu —respondió—. Sin embargo, debo resaltar que tardaste más de lo que esperaba.

Ginyu asintió con la cabeza, pese a que no podía verlo.

—Lo sé, mi Lord. Me disculpo, mi retraso se debió a la saiyajin Anon, quien se enfrentó a mí en un duelo —informó, con voz seria y fría—. Luego de haberla derrotado, Vegeta se interpuso...

Freezer le interrumpió a mitad de la frase y se volvió hacia él, parecía casi emocionado. No le molestó ni un poco expresar frente a sus lacayos la emoción que le producía el mínimo pensamiento acerca de la final extinción de los molestos monos saiyajines.

—¿Derrotaste a Anon y a Vegeta, entonces? —inquirió, mirándolo con ojos penetrantes. A pesar de que era una pregunta que sí buscaba respuesta, por el tono en el que Freezer la había formulado sonaba de alguna manera retórica.

Ginyu bajó la cabeza, sin mostrar su preocupación ante la posible respuesta del Lord.

—No, mi Lord. Anon no estaba muerta y se recuperó, pero Burter y Jeice se están encargando de ellos justo ahora, si fuese usted no me preocuparía —respondió, a pesar de la firmeza que aparentaba, una ligera capa de sudor le cubría las sienes, haciéndole imposible ocultar su nerviosismo.

Para sorpresa de Ginyu y de los presentes, Freezer se limitó a suspirar molesto, aunque calmo.

—No terminan de entender; siempre hay que preocuparse por esos dos. Como sea, espero que no se interpongan más en mi camino, porque si es así, yo mismo tomaré cartas en el asunto, y eso es algo que ciertamente no les gustará —masculló lo bastante alto como para que todos los presentes lo escucharan con suma claridad, para que se lo tomaran como una amenaza tácita—. En fin, tú —señaló un lacayo al azar, el cual se puso más firme de lo que ya estaba (si eso era acaso posible)—. Tráeme las esferas que están adentro, ¡ahora!