Dragon Ball Z: ¡La Saiyajin!

Capítulo XVIII: ¡¿El Pasado de Anon?! ¡Ginyu Desafía a Gokú!

Bueno chicos, ¡lo prometido es deuda! No puedo agradecerles lo suficiente por todo su apoyo, aún no puedo creer que la historia tenga tantos lectores fieles TuT Son increíbles!! Y sí, leyeron bien criaturas, en este episodio conoceremos un poco más del pasado de Anon, algo triste e intenso, ¡pero espero les guste! ¡YA FALTA MENOS PARA QUE FREEZER Y GOKÚ SE ENFRENTEN! OMG KJDFHALFAEKDS *-*

Les quería comentar que me gustaría cambiar la portada de la historia, así que si alguno quiere aportar ideas o se les ocurre algún diseño, ¡comenten! Me encantaría saber qué les gustaría ver. Los adoro! ¡Déjenme saber en los comentarios cualquier duda que tengan! Nos leemos :D

Ginyu pasó junto a Gokú como una exhalación. Sin embargo, contrario a lo que Gohan, Krillin, Enzo y Jeice pensaron, no lo atacó. Simplemente se detuvo unos cuantos metros tras él y estiró una socarrona sonrisa. Gokú se volvió y, apenas se cruzaron sus miradas, entendió qué ocurría.

—Ya hemos jugamos lo suficiente, ¿no te parece? —inquirió Ginyu con sorna—. ¿En serio piensas que no soy capaz de notar cuando alguien oculta su poder, saiyajin? Debo admitir, que eres bastante rápido. Pero necesitarás más que velocidad y confianza para vencerme.

Ginyu descendió y se plantó firme en el suelo. Gokú lo imitó.

—¿Estás seguro de que quieres ver mi poder? —respondió Gokú, con una mirada afilada—. Tal vez no te guste lo que verás.

El capitán chistó.

—¡Deja de jugar, saiyajin! —bramó—. ¡Y prepárate para pelear de verdad!

A penas terminó de hablar, Ginyu hizo una extraña pose. Alzó su pierna izquierda con la rodilla pegada a su torso, el brazo derecho extendido hacia arriba y el brazo izquierdo cruzando su pecho. Su cuerpo, ligeramente inclinado hacia el frente, mostraba gran estabilidad.

—¡Ahora sí vamos en serio! ¡Pose de pelea! —exclamó él, bastante orgulloso—. ¿Uh?

Ginyu se mostró contrariado cuando Gokú copió su pose, de una manera poco agraciada.

—¿Así? —preguntó. Sin embargo, estaba alzando la pierna equivocada y su estructura se veía un tanto extraña.

—¡NO! ¿Cómo se te ocurre? ¡Estás alzando la pierna equivocada, presta atención! —de repente parecía un instructor de baile. Gokú bajó la mirada y cambió de pierna.

—Es una pose de pela muy extraña... —susurró él, alzando una ceja, mientras se balanceaba ya que intentaba mantener el equilibrio—. Nunca la había visto. A decir verdad, es poco práctica y a mí me parece una payasada —dijo con honestidad.

A Enzo le pareció que no era con malicia, como lo diría Vegeta o Anon, más bien le recordó a la honestidad que tendría un niño al hacer un comentario fuera de lugar. Como cuando comentan que alguien está gordo o es poco agraciado simplemente porque esa es su opinión y aún no saben como filtrar sus pensamientos. Estiró una sonrisa.

Aquel saiyajin era inusual. Muy inusual.

—¡¿Cómo puedes decir eso?! —exclamó Ginyu, con un leve sonrojo de vergüenza estampado bajo sus ojos—. ¿Acaso no ves la belleza contenida en la expresión corporal? El equilibrio, la destreza...

Gokú negó con la cabeza suavemente.

—Lo siento, la verdad es que no... —repitió.

—¡Bah! —bufó Ginyu, renunciando a su pose y suspirando en decepción—. No perderé mi tiempo con alguien que no entiende nada. ¡Muéstrame tu verdadero poder y acabemos con esto!