En multimedia está un dibujo de Anon que hice, para que tengan una idea de cómo me la imagino. ¡Espero les guste! (Les indicaré la mejor parte para colocar el vídeo, si les gusta leer con música) Disfruten el capítulo:
—¡¿ANON?! —gritó Vegeta, volando a toda velocidad en dirección al punto de explosión del enfrentamiento entre Gokú y él, buscando a Anon con la vista. Aunque no lo quisiera aceptar, estaba preocupado.
Lo que sus ojos le mostraron lo dejaron estupefacto. Anon no era exactamente fanática de pelear, o a él le parecía eso, ya que casi siempre a pesar de ser una clase de equipo, Anon observaba y canalizaba una y otra vez todo a su alrededor, era una guerrera inteligente y precavida. A pesar de que Vegeta no era bueno reconociendo los méritos de otros, sabía perfectamente que Anon era una guerrera digna de respetar, incluso por él, por el príncipe saiyajin.
Sin embargo, cuando Anon así lo quería, era indestructible. Su orgullo la mantenía de pie más de una vez.
Su mente viajó al pasado, recordándole una vez en la que Anon y él entrenaban antes de que el planeta Vegetta fuese destruido por el meteorito. Ambos estaban en la habitación de entrenamiento de cerca de 2 kilómetros cuadrados, junto con unos tres mil saibaman.
Anon es dos años más joven que Vegeta, por lo que tenía tres años cuando aconteció eso. Vegeta estaba peleando con todas sus fuerzas y con sólo uno de sus ataques, había pulverizado a quince de los saibaman. Sin embargo, sus ojos volaron hacia su compañera y se dio cuenta de que a ella no le iba demasiado bien, alrededor de veinte saibaman la habían acorralado en la pared y estaba siendo golpeada por cuatro de ellos.
Vegeta, contrario a lo que normalmente haría, movió su cuerpo para ir a su ayuda, pero Anon captó con el rabillo del ojo la intención de Vegeta y vociferó:
—¡Ni siquiera lo pienses, no necesito tu ayuda! —apenas dijo eso, uno de los saibaman la levantó del suelo y la lanzó como si fuera un saco de papas, ella cayó sobre su espalda. Vegeta se acercó a ella de un salto, derribando a los saibaman que se interponían en su camino conforme avanzaba. Anon tenía los ojos entrecerrados cuando Vegeta la alzó con cierta indecisión.
Ella lo miró y su ceño se frunció, se levantó un poco y se sentó.
—Te dije que no quiero tu ayuda —murmuró, mirando hacia otro lado. Intentó levantarse, pero estaba exhausta, por lo que cayó hacia atrás medio inconsciente, Vegeta la tomó antes de que se volviese a golpear.
—Podemos detener el entrenamiento ahora, yo los venceré solo —dijo, siendo extrañamente amable. Sin embargo, sus palabras fueron combustible para Anon, ya que sus ojos se abrieron como platos y se incorporó de un salto, empujando a Vegeta a un lado.
—Si no quiero tu ayuda, Vegeta, ¡mucho menos quiero tu lástima! —gritó y se volvió hacia los saibaman—. ¡Atáquenme con todo lo que tienen, parásitos verdes! —ordenó.
Los saibaman, con una risita unísona se colocaron en posición. Quedaban alrededor de seiscientos saibaman, por lo que para una niña de tres años y uno de cinco era considerablemente difícil. Todos, sin excepción, lanzaron una increíble cantidad de energía que era maximizada al provenir de tantos saibaman juntos. Una cegadora luz amarillenta y gigante, impactó en el cuerpo de Anon, Vegeta quería interponerse pero no seguiría insistiendo luego de que ella lo tratara así, ¡no señor!
Sin embargo, seguía preocupado, ya que las palabras del Rey Vegeta, su padre, retumbaron en su cerebro. Luego de la muerte de la familia de Anon, él le había encargado a Vegeta su protección, diciéndole: "Tienes que jurarme que la protegerás si lo necesita, ¿has entendido?" Mientras veía la escena de la batalla, asintió de manera automática con la cabeza.
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Dragon Ball Z: ¡La Saiyajin!
Fiksi PenggemarEn esta versión de la famosa historia de Dragon Ball Z, una saiyajin mujer se une a nuestros personajes, dispuesta a demostrar de lo que es capaz. Inteligente, observadora, fuerte y astuta, una Guerrera Saiyajin de Élite en su máximo esplendor. Su n...