capítulo ocho.

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La noche fue divertida, con un Chan y un Felix muy perdidos en su propio mundo.

La música, las luces, las bebidas y el maquillaje neón.

Unas manchas de rosa neón en los labios de Chan y unas manchas de pintura blanca en los de Felix.

Los dos estaban muy juntos, con sus manos de una forma en el otro.

Se sentían drogados por el sentimiento de estar juntos.

Chan tomó la mano de Felix y lo condujo escaleras arriba.

Era la casa de JiHyo, una alfa que era amiga de la infancia de Chan, por lo cual conocía muy bien el hogar de la rubia.

—¿A dónde vamos? —reía Felix.

El ruido de la música alta dejaba de ser lo principal, era amortiguada por las paredes por lo cual la segunda planta de la casa estaba técnicamente en silencio, solo se escuchaba el tenue sonido de la música y a pocas personas que estaban conversando —y unos cuantos follando en los cuartos—.

La mano de Chan estaba entrelazada con la de Felix, lo condujo a la terraza de la segunda planta.

Las puertas de cristal se abrieron y dejaron ver una terraza grande, con una sala pequeña, lo necesario para hacer parrilladas y en las paredes había agarraderas que Chan usaba para subir al techo.

—Vamos a subir, omega. —sonrió Chan.

Felix rió.

—No creo que pueda subir...

—Claro que puedes, las agarraderas son fuertes y créeme que te soportarán.

Chan le dio una sonrisa llena de confianza a Felix que asintió convencido y se acercó a estas para empezar a trepar.

Felix empezó a trepar las fuertes agarraderas, abajo estaba Chan quien disfrutaba de la vista del trasero del omega debajo de su falda.

Al llegar arriba Felix se rió al ver la mirada embobada del alfa.

Sin esfuerzo el alfa subió al techo y tomo asiento junto al omega que se veía hermoso, iluminado por las estrellas, con maquillaje que ahora era técnicamente invisible, especialmente el de sus labios por tantos besos que disfrutaron.

—Me gusta este lugar. —susurro Felix.

La música se escuchaba muy poco y no había iluminación el techo.

Solo se podían ver las estrellas y la luna.

Felix veía directamente al cielo admirando la forma en que las estrellas brillaban y Chan admiraba la forma en que el omega se veía.

Su suave cabello, su rostro delicado, sus piernas acomodadas de forma que estaban pegadas a su pecho, dejando ver su tersa piel.

Felix tenía un lunar en su rodilla izquierda.

—Solía venir mucho cuando era un niño. —Chan confeso. —Mis padres casi no estaban y JiHyo siempre fue una buena amiga.

Felix volteo a verlo prestándole atención.

Chan siguió hablando de como pasaba el tiempo fuera de casa, también otras anécdotas, como la primera vez que bebió cerveza o la forma en que lo castigaron en detención por tres meses por robar las donas de la sala de maestros por dos semanas seguidas.

En todo ese tiempo Felix nunca dejo de prestarle atención al alfa.

En ningún momento el omega se burlo de Chan o simplemente lo vio con menos interés, no, Felix prestaba atención a lo que el alfa decía.

Usualmente Chan estaba acompañado.

Ya sea por sus amigos, o por personas que querían hablar con Chan por un interés superficial, pero Chan nunca se sentía escuchado.

Tal vez MinHo y JiHyo si le prestaban atención, pero no como Felix.

Quien lo hacía sentirse escuchado y acompañado.

Chan no quiere volver a sentirse solo, y todo porque un omega de dulces ojos azules lo hizo sentirse lleno de amor.

Después de un rato la conversación del alfa y el omega no tenía tanto sentido, solamente estaban ahí, arriba de ese techo conversando de cosas absurdas.

Estaban acostados, sus hombros se tocaban y Chan le dio su sudadera al omega quien se veía diminuto en esta.

La mano de Felix jugaba con los dedos largos de Chan quien se sentía relajado.

—¿Crees que serás amigo de MinHo para siempre? —pregunto Felix.

—¿Tú planeas ser amigo de Jisung toda la vida? —el alfa vio divertido a Felix.

—Si, o bueno, espero que si. Planeamos vivir juntos en Incheon cuando terminemos la preparatoria.

—¿Entraras a la universidad de Incheon? —el omega asintió.

—Planeo aplicar para una beca de excelencia, entrare al programa de medicina.

Chan vio asombrado a Felix.

Cuando termine el año ellos empezaran su ultimo año en preparatoria y realmente él no tenía idea de que haría con su vida, posiblemente estudiaría algo de economía como sus padres, pero tiene que aceptar que le gustaría ser escritor.

—Wow, tienes todo bien planeado. —la voz nerviosa del alfa llamo la atención del omega.

—¿Haz pensado en tu futuro? —el alfa negó.

—Realmente no... —el alfa se veía nervioso y sus ojos se centraron en su mano que jugaba con la de Felix. —C-Creo que pensar en eso puede ser complicado, claro que tengo sueños y una idea de lo que haré, pero siento que mis planes son muy desorganizados.

El omega se acostó de lado viendo directamente a Chan y le ofreció una sonrisa tranquilizadora acariciando su mejilla.

—Eres inteligente, Chan. creo que encontraras que es lo que quieres hacer pronto, y si no lo haces no te preocupes, —vio de forma burlesca a Chan. —Y como te veo te quedan muchos años.

El alfa rió.

—Si supieras mi rutina de dormir dos horas al día y comer solamente comida chatarra no dirías eso, posiblemente solamente me hidrato con Dr's Pepper.

El omega rió.

—Empezaré a darte mejor de comer, alfa. —Felix se acostó de nuevo viendo hacía el cielo.

El alfa se sonrojo por el apodo.

Los dos siguieron hablando más, sin importarles que era la una de la mañana.

La fiesta seguía viva abajo, pero su atención estaba puesta en el otro.

—¿Cuál es el lugar en el cual desearías estar justo ahora? —pregunto Chan con una voz suave.

—En ningún otro lugar, ahora mismo estoy muy feliz en donde estoy justo ahora. —dijo el omega viendo directamente al alfa.

꒰ 🏈 ꒱

¡gracias por leer!

playing football and cheerleader › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora