capitulo catorce: los fragmentos de la visión

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Pov Mirabel

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Pov Mirabel

Mirabel: Casita, ¿puedes ayudarme?

Pregunto hacia casita quien mueve unos muebles diciendo que no, suspiro y miró los peluche de ________, luego veo a un maniqui sonrio mientras tomo el maniqui entre mis brazos y empiezo a golpear la repisa fuertemente hasta que los peluches caen junto a un  gran ruido.

Mirabel: uh...espero que no haya nadie en casa...

Hablo preocupada mientras tomaba el peluche del tio Bruno, pesaba bastante tome el peluche de Isabella y este no pesaba nada, levante la ruana del tio y me encontré unas costuras, fui a su sala de costura y saqué unas tijeras y empecé a abrir la espalda del muñeco encontrandome un trozo verde brillante, lo tome con cuidado y me di cuenta que era la vision del tio bruno, solamente eran cuatro.

Sonrei y los guarde en mi bolso, volvi a coser y lo deje en el suelo, poco a poco casita volvio a construir la repisa, con cuidado me fui de la habitación de _______, suspire y me dirigí a la puerta de Sebastian, apenas entré fui recibida por un monton de relojes que funcionaban a la vez, que dolor de cabeza!.

Los pasillos eran arenisca sólida y habia una cama estaba en la cima de un reloj de arena y muchas...muchas escaleras...

También había un escritorio, armario y una repisa donde estaba una foto familiar.

Empeze a buscar por todas más partes los fragmentos de la visión pero nada, ¡nada! Mire donde se ubicaba el reloj de arena de almenos seis metros.

Mirabel: bueno...supongo que me toca subir.

Mire las grandes escaleras y empecé a subirlas mientras tarareba sobre la la familia Madrigal.

Mirabel: ¿cuantas escaleras eh subido..? ¡¡SEBASTIAN TU CUARTO ES EL PEOR!!

Grite frustada mientras seguia subiendo las escaleras hasta que llegue a su cama, no habia mucho que decir, estaba ordenada y bien echa junto una mesita de noche, busque primero en la mesita de noche encontrandome una caja con seguro de un reloj.

Mirabel: (¡Sebastian tiene un reloj para abrir esto!)

Pense mientras recordaba el reloj de bolsillo que siempre cargaba, la sacudí levemente escuchando trozos de algo dentro.

Mire la altura donde me encontraba y se me ocurrió una idea.

Mirabel: (lo lamento Sebastian!)

Pense mientras tiraba la caja al suelo rompiendola completamente, sonrei al ver fragmentos verdes en el suelo esparciodos cuando me retiraba me lleve la sorpresa que ya no estaban las escaleras.

Los Hijos De Bruno //finalizado//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora