El diablo no negocia (Devil doesn't bargain)

Capítulo 05: La imagen equivocada de ti en mi corazón

"Se siente como si estuviéramos sumamente alejados
Hay tanto espacio entre nosotros
Cariño, ya hemos sido derrotados
Todo me cambió"

~*~

Toda la noche he estado pensando en nuestro último encuentro. ¿Podría ser que el amante de Kinn sea tan tímido y sonrojarse al más ligero toque? Sentí que algo estaba comenzando a no conectar, pero no entendía qué. En la mañana le pregunté de nuevo al hombre que mandé a espiar para mí, pero escuché lo mismo que la primera vez: Que Pete es el amante de mi primo. Tenía que admitir que todos mis planes empezaron a complicarse porque éste chico tenía un extraño efecto en mí y yo tenía que asegurarme de que algo estaba pasando realmente entre ellos dos.

Pasé el día entero trabajando en papeleos, pero en la noche decidí salir a tomar un corto y refrescante paseo. Después de unos cuantos pasos sentí una figura familiar detrás de mí, pero no me detuve.

"Apúrate." Dije en voz alta, y escuché un golpeteo por detrás.

"Khun Vegas, qué sorpresa." Pete me saludó, dándome su encantadora sonrisa.

Suspiré ante tal descarada mentira, pero fingí creer que se trataba de un encuentro fortuito.

"Linda noche, ¿verdad?" Pete preguntó, y yo miré hacia arriba, al cielo lleno de estrellas.

"Se podría decir eso." Murmuré, pero cuando volví mis ojos hacia el rostro de éste hombre, vi el brillo reflejado en esos ojos de corderito. Tragué hondo cuando vi una gentil sonrisa mostrándose sobre su suave rostro, y yo sólo quería rozar sus rasgos con mi dedo, sentir la calidez de su piel y hacer que me mire así sólo a mí.

Caminamos por un rato sin hablar, y aunque me sentía incómodo con la mayoría de la gente, ahora el silencio me hizo sentir internamente tranquilo. Estar con Pete era peligroso y adictivo, lentamente estaba comenzando a temerle.

~*~

Entré a la oficina de Kinn temprano en la mañana, queriendo entregarle mi reporte como siempre, cuando escuché gritos desde detrás de la puerta que separa su oficina del dormitorio. Me congelé por un momento, pero afortunadamente no era un gemido, sonaba más como una pelea. Una vez que vine a verlo, con información sobre uno de los miembros de la yakuza, los encontré encima de la mesa en una posición bastante inapropiada. Esa vez Kinn me dio una semana libre y yo visité a mis abuelos, pero la imagen de los dos nunca dejó mi cabeza. Después de eso había decidido salir de su habitación cada vez que escuchara sonidos extraños.

"¡Yo no entiendo por qué contestas las llamadas del puto de Tawan!" Mi amigo gritó mientras abría la puerta.

"Quizá será mejor que regrese en otro..." Comencé, queriendo evitarlos antes de que me arrastraran a su pelea, cuando Kinn, que caminaba detrás de Porsche, me vio.

"¡Pete! ¡Qué bueno que estás aquí! ¿Puedes explicarle a tu amigo que Tawan tomó el lugar de su padre y, me guste o no, necesito hablar con él de negocios?" Vi fatiga en el rostro del jefe.

"Yo no..." Miré a Porsche sin poder hacer nada, quien resopló mientras se paraba a mi lado.