Capítulo 04: Cayendo en el agujero del conejo hacia el país de las Maravillas

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"Ven a mí como eres

No necesito disculpas

Sé que eres digno

Tomaré tus malos con tus buenos días

Atravesar la tormenta, lo haría."

~*~

Acababa de salir de la habitación de Kinn después de mi reporte diario, y di un suspiro de alivio.

"Fue intenso." Murmuré, todavía escuchando su descontenta voz en mis oídos.

Rápidamente caminé por la sección de los guardaespaldas y suspiré ruidosamente mientras me sentaba a la mesa con Arm y Pol. Ellos estaban comiendo su desayuno con prisa antes de comenzar su turno para cuidar al maestro Tankhun. Anteriormente, habría dado mucho para ser capaz de intercambiar trabajos, ya que yo era su guardaespaldas, pero ahora sólo soñaba con pasar el día entero viendo dramas. Moví mi rígida espalda y ambos me miraron compasivamente.

"¿Cuán malo es seguir a Vegas?" Me preguntó Arm, y Pol se estremeció cómicamente.

"¡Imagina seguir al diablo encarnado! ¡Pete, tienes nervios de acero!"

Quería echarme a reír. No sé cuántas veces fui el hazmerreír de Khun Vegas con mis pobres habilidades para ocultarme. No tenía esperanza en mi trabajo, pero él pretendía no saber que yo lo estaba siguiendo. ¿Y ellos lo llaman diablo?

"Y bien, ¿cómo es él?" Ambos se inclinaron hacia mí, y la noche de hace tres días atrás apareció ante mis ojos.

Mis labios se contrajeron como si todavía pudieran sentir su cálida y ruda lengua trabajando sobre ellos. Me sonrojé y Arm me miró más de cerca. Estaba a punto de añadir algo cuando alguien lanzó un plato lleno de comida frente a mi cara. Porsche colapsó en la silla junto a mí, también dejó su comida y sin ninguna palabra comenzó a comer.

Di un suspiro de alivio porque tenía la impresión de que sólo un poco más y les gritaría todo lo que ha pasado recientemente y les pediría consejo. Tal vez no sería una mala idea, si no fuera por el hecho de que cualquier relación con la Segunda Familia está prohibida en nuestro círculo. Probablemente no habría sobrevivido si tal información hubiera llegado a oídos de Kinn.

Miré a Porsche, quien por alguna razón estaba molesto, y tomé la cuchara, alzando mucho arroz en ella. Tantas cosas han cambiado en nuestra cocina desde que los dos comenzaron a estar juntos en secreto, pero para mejor, pues más comida picante es una de las pocas cosas que le debo a su relación.

"Hermano, ¿estás bien?" Murmuré hacia él, pero él me dirigió una mirada de "no frente a los demás" y se concentró en comer.

Poco después Arm y Pol desaparecieron por el salón, corriendo hacia la habitación de Tankhun, y yo miré inquisitivamente a mi amigo.

"Ven, vamos a fumar un cigarrillo." Me pidió mientras hacía a un lado su plato vacío, y salimos al jardín. "¡Maldita sea!"

Escuché la rabia ahogada en su voz, pero no lo presioné. Sabía que, si Porsche quería compartir algo conmigo, lo haría. Forzarlo a hacer algo siempre ha resultado en más problemas. Así que nos paramos ahí, fumando, y él maldijo en voz alta.

"¿Puedes creer que ése imbécil, ése jodido 'soy el jefe de la mafia', estúpido..." Él comenzó de pronto, y yo me concentré en sus palabras, "todavía tiene un teléfono con fotografías de su ex?"

El diablo no negocia (Devil doesn't bargain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora