El diablo no negocia (Devil doesn't bargain)

Capítulo 08: ¿Por qué estás tan triste, Pete?

Un corazón roto es todo lo que queda
Todavía estoy arreglando las grietas
Perdí unas cuantas piezas cuando
Lo traje, lo traje, lo traje a casa"

~*~

La conducta de Pete me estaba volviendo loco. ¡¿Qué le pasa a éste hombre?! ¿Por qué de repente me está dejando hacer todo sin siquiera intentar convencerme de cambiar de idea? Antes él intentaba convencerme de olvidar ciertas ideas absurdas, incluso unas cuantas veces hizo una presentación para persuadirme cuando yo quería hacer una fogata en medio de la habitación porque soñaba con acampar. ¿Entonces qué pasó? Estaba mirando a mi cabello rosa pálido mezclado con castaño que lucía terrible con una camisa arco iris, y esperé a que Pete reaccionara de alguna manera, pero él me miró sin expresión.

"Por qué no me prohibiste teñirme el cabello, ¡sabes que no me veo bien en colores así de extraños!" Gruñí, y él inclinó la cabeza, disculpándose.

Suspiré, porque no tenía sentido gritarle a alguien que se veía triste como un cachorro. Los últimos días sentí que Pete se había vuelto un fantasma. La noche anterior tuvimos una noche de películas cómicas y la única persona que no rió ni una sola vez fue él. Él sólo se quedó mirando fijamente la pantalla, creo que ni siquiera estaba realmente mirando lo que estaba pasando ahí. Me enfureció tanto que lo eché fuera de la habitación.

Hoy decidí estrenar mi nuevo equipo de karaoke. Arm y Pol bailaban alrededor cantando la melodía, y Pete estaba ahí parado como un pilar, sin siquiera mirar en nuestra dirección. Los gritos no ayudaron, el llanto no ayudó, ni siquiera Porsche sabe qué está pasando. Estaba tan desesperado que fui a visitar un templo cercano, pero el monje, después de ver a Pete, sólo dijo que no hay cura para un corazón roto. Yo resoplé ante eso, porque cómo podía ser que mi adorable Pete tuviera mal de amores. Nunca lo he visto con una novia o con un novio. Siempre trabaja, trabaja y trabaja. Éste monje no sabía lo que estaba diciendo.

Ahora estaba sentado frente al sofá, mi drama favorito estaba en la televisión, pero todo en lo que podía concentrarme era en la mirada vacía de Pete.

"Pete, ¿quizá quieres ver algo especial?" Le pregunté, y Arm me miró sorprendido.

Lo miré inmediatamente, señalando a Pete con los ojos, y él se acomodó los lentes y se sentó junto a él.

"Exactamente, Pete, ¿por qué no vemos algo juntos? ¿qué quieres ver?" Él preguntó tratando de congraciarse, pero el chico lo miró sin emoción alguna.

"No importa." Dijo, y yo tenía ganas de agarrar una almohada y golpearle fuerte la cabeza con ella.

¿Qué pasa con éste comportamiento? ¡Qué pasó y quién se lo hizo! Necesitaba saberlo inmediatamente.

"Suficiente con esto." Advertí, tomando su mano. "¡Qué está pasando, habla! Pero no finjas que no es nada, Pete, o te haré nadar mil veces en la piscina."

"No hay problema, señor." Él me respondió y se puso de pie, saliendo rápidamente.

Me quedé estupefacto cuando lo vi desaparecer a través de la puerta, y esta vez fui yo quien miró a Arm sin expresión. Luego descubrí que Pete realmente nadó mil veces, y después se desmayó cuando trataba de salir de la piscina. Menos mal que Porsche estaba ahí para sacar al chico del agua antes que se ahogara.

El miedo se apoderó de mí porque no sabía qué hacer. Era como si estuviéramos perdiendo a Pete, como si él estuviera muriendo lentamente, marchitándose como una flor del desierto que no era regada por nadie.

~*~

Estaba de pie en el club, tomando otro trago y mirando a Tankhun que bailaba con Pol y Arm. Los tres estaban haciendo el tonto en la pista de baile y, por supuesto, el que los llevó allí fue el loco de Khun. En el otro lado, en el bar, estaba Pete, mirando hacia alguna parte en la distancia con esos extraños, inexpresivos ojos. Bajo circunstancias normales yo me habría acercado a él tratando de conseguir alguna información de por qué él estaba actuando tan raro repentinamente, pero desde hace tres días que lo encontré en la ducha, Pete comenzó a alejarse de mí y de todos los demás.