Capítulo 13: El único adulto en toda la familia

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Advertencia: Éste capítulo tiene contenido que hace mención a ideas suicidas.

"Esbozos de nuevos ojos y visiones de ti

Chico, creo que necesito un minuto

Para descubrir qué es, qué no es

Estas decisiones y voces,

Todo está en mi cabeza

A veces me haces sentir loco

A veces juro que creo que me odias, uh"

~*~

Tenía el presentimiento de que pronto iba a volverme loco. Han pasado tres semanas desde la llegada de Vegas y cada día él aparecía en la mañana frente a mi casa, preguntando qué íbamos a hacer hoy. Me trajo flores y dulces, incluso recibí un gran oso de peluche que él ganó en alguna máquina tragamonedas. Y esos elogios constantes, ni siquiera podía contar cuántos me había dicho.

Siempre que me daba la vuelta ahí estaba Vegas. ¿Tenía que ir de compras? Vegas estaba listo para cargar las bolsas. ¿Quería ir a dar un paseo? Vegas ya estaba esperándome con protector solar y agua, sólo en caso de que sintiera que hacía mucho calor. ¿Quizás una reunión con amigos? No hay problema, Vegas pagó por todo. Y cada vez que podía él me tocaba, acariciaba mi cara, me besaba por sorpresa en la mejilla, luego otra vez me tomaba de la mano y no me dejaba soltarme.

Repentinamente mi vida entera estaba llena de este hombre. Su ropa estaba en mi casa, lavada y doblada por mi abuela. Siempre había algo de comer para él en el refrigerador, y mis abuelos casi que estaban enamorados de él y Macao. De alguna forma, así como así, ellos se ganaron sus corazones. Sólo yo seguía inseguro.

Este Vegas era todo lo que yo quería antes. Atento, cariñoso, posesivo... Él me hizo sentir deseado, pero siempre que me quedaba a solas, siempre que cerraba los ojos, todas las dudas que tenía surgían y me atacaban. ¿Debería creerle? ¿Confiar de nuevo? La gente se equivoca, yo mismo no era un santo, pero en este caso tenía que ser cuidadoso porque ya no se trataba sólo de mi corazón, sino de mi vida entera. Vegas podía hacerme sentir lo peor, pero también lo mejor. Ahora me encontraba a mí mismo esperando por los días siguientes, como si no quisiera perderlo de vista porque él se había convertido en parte básica de mi existencia.

Junto a los sentimientos positivos tenía sentimientos negativos, y el peor de ellos era los celos. Incluso con una cicatriz Vegas era un hombre muy guapo, e inmediatamente me di cuenta cómo la gente miraba su cuerpo perfecto. La mayoría de las mujeres, donde sea que íbamos, babeaban al verlo. Incluso descubrí a unos cuantos chicos enviándole sonrisas seductoras y haciéndole ojitos. Pero él los ignoró a todos, mirándome sólo a mí. ¿Por cuánto tiempo será así? ¿Eventualmente él dejará de verme a mí y comenzará a notar a otros? ¿Qué haré entonces?

Odiaba esos malditos pensamientos, pero no podía detenerlos. Cada vez que disfrutaba de un poco de felicidad algo pasaba que me la quitaba y ahora no quería que volviera a ocurrir. Deseaba tanto tan sólo arrojarme en sus brazos y dejarme llevar, pero era demasiado complicado. Estaba demasiado destrozado por dentro por el pasado.

Ahora estábamos parados en el bar de la playa, bebiendo unos tragos que preparó el barman. Pronto iba a haber una fiesta de luna llena, pero ya mucha gente estaba loca por la diversión en la playa, pintando sus cuerpos con pintura fluorescente y tomando cosas extravagantes. Me incliné hacia Vegas, avisándole que iba a usar el baño, y él rozó mi cuello con sus labios dizque accidentalmente y me vio alejarme. Podía sentir sus ojos hambrientos sobre mí. Los últimos días se había vuelto más y más difícil fingir que no queríamos estar más cerca. Tenía la sensación de que estábamos a punto de lanzarnos el uno sobre el otro donde sea que estuviéramos, pero también sabía que sin mi consentimiento Vegas nunca daría el siguiente paso hacia el sexo. Dios, lo deseaba. Solía despertar sudando en medio de la noche, imaginando sus pecaminosos dedos sobre mí, y sentía que quería salir corriendo al hotel donde él se estaba quedando y exigir que lo consumáramos inmediatamente. Sin embargo, primero tenía que confiar en él completamente y era tan difícil hacerlo.

El diablo no negocia (Devil doesn't bargain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora