Capítulo 14: Necesitaba odiarte para amarme

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Advertencia: Éste capítulo tiene contenido que hace mención a maltrato animal; además de contenido apto sólo para +18.

Nota: Las palabras pronunciadas en inglés están en negrilla.

"Siempre nos arrojábamos con los ojos vendados

Tuve que perderte para encontrarme

Ese juego me estaba matando suavemente

Necesitaba odiarte para amarme"

~*~

Desperté en medio de la noche sintiendo una mano adormecida. Levanté los párpados con dificultad y miré alrededor en la oscuridad, descubriendo inmediatamente una figura familiar frente a mí. Solté un suspiro de alivio, sin entender completamente cómo Pete había aparecido en mis brazos, pero me acerqué más, cuidando de no despertarlo. Él roncaba dulcemente, con el rostro presionado contra mi hombro y los dedos aferrados a la parte delantera de mi camisa.

No sabía si estaba soñando o si él estaba realmente aquí. ¿Tal vez bebí hasta la muerte y terminé en el paraíso? Aunque no, más bien el infierno estaría esperando por alguien como yo, así que debía ser verdad. Observé sus largas pestañas cayendo sobre su rostro, mejillas sonrojadas y redondas; y labios carnosos y seductores que yo había querido besar desde el primer momento que lo vi. Pete era hermoso, sólo un tonto no lo vería.

La mano me dolía por el peso de su cabeza, pero yo no quería moverme ahora. No quería despertarlo, no quería ver la constante inseguridad en sus ojos de corderito. Ahora se veía tan tranquilo, tan dichoso. Esto era lo que yo necesitaba de la vida, a él en mis brazos, acurrucado como un gatito.

Cuando decidí recuperar a Pete ambas familias eran un desastre. Todo, desde la oficina central hasta el equipo de seguridad, necesitaba ser remodelado. Sabía que, como nunca antes, Porsche necesitaría mi ayuda durante esta época; pero le advertí que mi prioridad era recuperar a Pete. Eso era todo lo que me importaba ahora, y él estuvo de acuerdo de inmediato. Él debe haber extrañado a su amigo tanto como el resto. Así que tomé a Macao conmigo y nos fuimos en un bote a la isla sin preocuparnos de nada más.

Ahora, después de más de tres semanas, estaba finalmente acostado en la cama con el amor de mi vida, y admitiendo conmigo mismo cuán idiota fui. Debí haber regresado por él mucho antes, debí haber peleado enseguida, pero el miedo de lo que mi padre pudiera hacerle era demasiado. No le dije a nadie sobre eso, pero cuando todavía era un niño encontré un perro abandonado en la calle y me lo llevé a casa para que se recupere. Por semanas lo estuve escondiendo, hasta que un día volví a mi habitación y encontré al perro muerto en medio de la alfombra. Mi padre estaba sentado en el escritorio, mirándome con apatía.

"Tienes que deshacerte de tu debilidad." Me dijo simplemente, y luego se fue.

Ese día me enseñó dos cosas: Primero que todo, ése hombre hará lo que sea por quitarme lo que amo y, segundo, será muy cruel al mismo tiempo; así que dejó de importarme. Cuando finalmente encontré a alguien que llenara el vacío en mi corazón, el miedo que se apoderó de mí ante la sola idea de perderlo me hizo preferir retroceder en vez de luchar. Ahora, en retrospectiva, entiendo cuán estúpida fue mi idea. Por supuesto que debí luchar por él, y una vez que lo consiguiera debí defenderlo con toda mi fuerza. Sin embargo, actué como un idiota y lo rechacé, dejando que pensara todas esas terribles cosas sobre él. No sospeché que, como resultado, Pete consideraría tomar su propia vida. Quería tanto alejarlo de un hombre que podía lastimarlo que lo empujé en las manos de la muerte. ¿Cómo podría olvidar esto jamás?

El diablo no negocia (Devil doesn't bargain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora