𝙅𝙐𝙇𝙄𝙀𝙏𝙏𝙀 𝘽𝘼𝙆𝙀𝙍, una adolescente que ha vivido durante toda su vida enferma. Es alguien imaginativa e inteligente, vive confinada en casa porque si sale de ella podría morir. Juliette se enamora de Miguel, su vecino, aunque ambos chicos...
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El celular de Jules no dejaba de sonar, las notificaciones que recibía eran demasiadas para contar.
Parte de ellas eran mensajes de Madeleine, Marie y Miguel. Estaban preocupados, pues la castaña no había respondido ni se había conectado desde la noche del día anterior.
Marie al recibir mensajes de Madeleine y Miguel preocupados diciendo que Juliette no contestaba, se dirigió con tranquilidad a su casa, esperando que su hija simplemente estuviera dormida o viendo una película.
Antes de pasar a su hogar se detuvo en una tienda de sushi, comida favorita de Juliette. Al verla supo que era lo esencial para subirle los ánimos a la menor, pues claramente no pasó de alto el hecho de que Juliette se veía deprimida cada vez más.
Salió de la tienda con una sonrisa radiante al tener su pedido, subió al auto y se dirigió finalmente a su hogar, Juliette.
Marie no era capaz de llamar “hogar” a un lugar en el que Juliette no estuviera junto a ella.
El camino fue de aproximadamente 20 minutos. Marie entró al lugar, pasó por el sistema de desinfectación junto con la bolsa de comida para no meter bacteria alguna, se lavó las manos con la intención de mantenerse limpia para cuando fuera a abrazar a su hija, se secó las manos y tiró el pedazo de papel en el bote de basura. Finalmente se puso gel antibacterial y tomó camino a la cocina.
— ¡Jules! — llamó esperando respuesta mientras sacaba la comida de las bolsas.
No hubo respuesta.
“Quizás está dormida” pensó.
A paso lento se dirigió a la habitación de la castaña y tocó la puerta.
Nuevamente, nadie respondió.
Sin esperar alguna otra respuesta entró a la habitación con lentitud, frunció el ceño al no ver a Juliette ahí. Salió del lugar y empezó a llamarla.
— Jules, traje sushi — avisó en voz alta para que Juliette la escuchara.
La punzada en su corazón fue sumamente preocupante para ella, eso la alarmó. Su corazón empezaba a acelerarse debido a la preocupación y empezó a buscar a Juliette por toda la casa.
Buscó en la cocina, en la sala, en la biblioteca, en su habitación y por último, en el baño.
Tocó la puerta con desesperación y con la esperanza de que ella contestara.
