Mikey despertó con la suave voz de Chifuyu llamándolo, pero antes de abrir sus ojos recordó la noche anterior, las manos de Takemichi acariciando su cabello, la sensación de protección que le brindaba con ese simple acto de afecto y posteriormente cayendo en un sueño profundo.
Pero ahora su pequeño e insistente amigo lo despertaba para ir a su visita semanal con él psiquiatra.
━ Mikey vino la señorita Airimi y dijo que en 30 minutos tienes sesión con el médico.
Dijo el rubio con una leve sonrisa en su rostro.
Así que Mikey se preparó lentamente y caminó por el largo pasillo del hospital en dirección a la oficina donde lo esperaban.
Si, otra sesión más donde hablaría de nuevo de las razones por las cuales no quiere vivir, quizás subirían su dosis de medicamentos, quizás la bajen, pero nada más podría variar en su vida dentro del psiquiátrico.
Por que pensar en que lo dejen irse, imposible.
Se acercó a la puerta y dio dos toques, sintió que una voz poco familiar le informaba que entre, rodó la manilla de la puerta y asomó su cabeza detrás de esta antes de entrar.
Se posicionó en sillón color crema y miro al psiquiatra, quien no era el mismo de siempre, era más joven y alto.
━ Buenos días, mi nombre es Ken Ryuguji, y seré el nuevo psiquiatra del hospital, un gusto conocerte al fin Mikey.
Dijo el moreno sonriendo y dejando ver sus hoyuelos en cada mejilla.
━ No hay mucho de qué hablar doctor.
Respondió apático el rubio.
━ Todo lo contrario, yo creo que hay mucho que conversar, debemos conocernos.
━ Puede revisar mi ficha médica, ahí está todo lo que necesita saber.
Volvió a responder sin levantar la mirada de sus pies.
━ Manjiro, si yo quisiera saber algo sobre tu historial médico, ya lo hubiera buscado, efectivamente, en tu ficha, pero lo que a mí me interesa saber de ti, es sobre tu persona, lo que sientes, lo que te gusta.
Respondió serenamente Ken, intentando buscar la mirada de Mikey que continuaba fija hacia el suelo.
Después de un largo silencio Mikey finalmente habló.
━ ¿Qué me gusta? ¿Qué siento? Ni siquiera yo sé eso doctor.
━ Lo descubriremos entonces.
Respondió Ken mostrando una gran sonrisa en su rostro;
Mikey solo intentó devolver una mueca parecida a una sonrisa que inmediatamente abandonó su rostro volviéndolo serio, dejando una especie de risita nerviosa que inmediatamente se transformó en una risa combinada de ambos.Era extraño pero, Mikey derrepente se sentía en confianza.
En el resto de la sesión se dedicó, por primera vez en su vida, a resumir su oscura historia junto a su padre, y Ken escuchó atento, sin interrumpirlo, sin hacer preguntar, mientras llenaba el genograma a medida que el castaño relataba detalles.
Entonces de repente Draken hizo solo una pregunta que descolocó al rubio.
─ ¿Te has enamorado Manjiro?
Mikey hizo un pequeño silencio.
─ Yo no sé si llamarlo exactamente amor ¿sabe? fue hace muchos años, era muy inmaduro y hoy creo que no sé qué es exactamente enamorase.
Respondió de forma dudosa y luego fijó su mirada en el rostro de Ken que parecía formar lentamente una sonrisa.
─ Me temo Manjiro, que no puedo explicarte que es enamorarse, simplemente uno lo sabe, sabe que es esa persona y no otra.
─ Si no lo sé, entonces no lo he estado.
De repente vino a su mente la imagen de Haruchiyo, que se transformó casi de inmediato en Takemichi acariciándolo antes se dormir, una sonrisa se formó en sus labios, pero volvió su atención al médico que lo miraba curioso.
─ Quedémonos en una pausa ¿bien? y te invito a reflexionar, que traigas una respuesta más segura el miércoles.
─ ¿El miércoles? ¿Eso es pasado mañana?
Preguntó Mikey sorprendido.
─ Si, tendrás sesiones más seguidas de terapia Manjiro, creo que es necesario para tu recuperación ¿estas conforme con eso?
─ Yo... no lo sé, creo sí.
Respondió el rubio sorprendido para luego despedirse y volver a su habitación en busca de Chifuyu.
Takemichi había terminado su turno esa madrugada, dejando el hospital psiquiátrico con una leve molestia dando vueltas en su cabeza, la imagen del rubio cenizo totalmente sumido en la tristeza.
Había acompañado hasta altas horas de la noche a Mikey, luego de su descompensación, mirándolo dormir, asegurándose que estuviera en un sueño profundo y tranquilo.
Toda la situación con Sano lo hacía sentir de una forma muy diferente a cualquier otro paciente... incluso, a cualquier otra persona.
A veces deseaba que no termine su turno solo por no dejar solo a Mikey.
La misma noche que acompañó al rubio al volver a la oficina de archivos ni siquiera se sentía con ganas de enfrentarse a su novia, era cansador para él, ella en cambio estaba esperándolo para interrogarlo por tantas horas de ausencia.
─ Realmente no sé donde te metes Takemichi.
Dijo Hinata seria.
─ ¿Debería informarte todo Hina? ¿Sabes que tengo un jefe para eso?
Le respondió el pelinegro molesto.
─ Sabes que soy tu novia ¿no?
─ Exacto, eres mi novia, no mi madre y no mi jefe, con permiso debo salir de mi turno.
Takemichi salió rápidamente sin siquiera parar a despedirse de Hinta, ella frunció el ceño y se dirigió a revisar las cámaras del hospital dispuesta totalmente a averiguar todo lo que hacía su novio.
Buscó en cada sector del hospital, hasta que dio con la imagen de Takemichi parado en el ventanal de la sala de visitas, donde se encontraba
Mikey junto a otro hombre que por lo que se veía discutían, Hinata miraba con sorpresa como Takemichi ingresaba a la sala y tomaba a Mikey entre sus brazos antes de que este se abalance sobre el otro hombre, quien caía al suelo de forma brusca.Hinata abría sus ojos como un par se platos y no daba crédito cuando ve como Takemichi abraza y acaricia al rubio, dejando caer lagrimas mientras besaba en la nuca a Mikey.
─ No puede ser...
Pensó empuñando sus manos con enojo, decidida se dirigió a la habitación de Mikey, para hacerle una visita.
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𝗌𝗎𝗂𝖼𝗂𝖽𝖺𝗌 ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶
Фанфик❝Hay ciertas batallas en la vida que sólo tienen dos resultados posibles: o nos destruyen o nos hace más fuertes. Pero para Manjiro Sano todo estaba perdido, no habían batallas, ni esperanzas, ni sueños, mucho menos un futuro. Un intento de suicidi...