Advertencias: fic de época con muchas atribuciones. YoonSeok como pareja principal, pero al ser un fic harem, también existirán otras interacciones. Drama y fluff.
eStA nO sE lO eSpErAbAn CiErToOoOoOoOoOoOoOo
les quise traer regalito doble esta semana por ser tan pacientes por la espera <3
El día de su partida llegó más pronto de lo esperado, pero Hoseok lo recibió sin un poco de desesperación o miedo. Las cosas habían vuelto a su lugar, y así era como le gustaba que fuera.
Al arreglarse con Yoongi, el Príncipe andaba mucho más feliz de lo normal. Extremadamente feliz. Desayunaban, almorzaban y cenaban juntos, a menos que tuvieran compromisos previos, como comer junto a las princesas (en el caso de Hoseok) o desayunar con su padre (Yoongi). Incluso, el Príncipe había invitado a Hoseok a acompañarlo a cazar, y el último día, antes de que el muchacho fuera con sus padres, incluso compartieron un momento íntimo entre los arbustos. Santos dioses, sólo de pensarlo, Hoseok podía ruborizarse como un quinceañero, pero es que Yoongi le agarró desprevenido y él no podía negarse demasiado.
―No quiero que te vayas ―le dijo Yoongi esa mañana.
―¿No? ―Hoseok sonrió, audaz―. Bueno, eso te pasa por obedecer a tu padre, Yoongi.
―Me parecía buena idea en su momento ―se quejó el príncipe―, pero ya no. Es más, ¿sabes qué? Ya no debes viajar, no es necesario...
―Muy tarde, mi Príncipe ―dijo Hoseok, acariciándole las mejillas―, ahora quiero ver a mis padres. Tendrás que aguantar estos días sin mí.
―Pero es mucho...
―Son sólo dos semanas.
―Es mucho.
Hoseok lo abrazó ahora y comenzó a mover sus caderas, sintiendo como su entrepierna se frotaba contra la de Yoongi. Era todavía temprano y estaban en pijama, por lo que podían tener una última ronda antes del momento de marcharse.
―Piensa en mí todas las noches ―le susurró Hoseok, levantando el camisón antes de empezar a frotar la polla de Yoongi contra su agujero, todavía húmedo por el sexo de anoche―, piensa en lo que te estás perdiendo por haberme roto el corazón, Yoonie...
―Seok... ―gruñó Yoongi, pero su voz se perdió en un gemido cuando Hoseok se dejó caer en su endurecido miembro.
A Hoseok le encantaba eso, montar a Yoongi y tenerlo bajo suyo, observando su rostro sudoroso y enrojecido por el placer. Adoraba moverse rápido y luego desacelerar, viendo como Yoongi se crispaba por el orgasmo denegado, y a los segundos su pareja se ponía también algo agresivo y dominante con él. Al final, el sexo se volvía desenfrenado y desordenado. Después de tantas veces haciéndolo, podía decir con claridad que le encantaba cuando Yoongi era así con él, llegando a ser déspota y sucio en la intimidad.