El siguiente what if está dedicado especialmente a babesope, ¡espero que pases un hermoso cumpleaños, bebé! Muchas gracias por haber llegado a mi vida, hacerme feliz, estar allí para mí y soportar mi humor retorcido y grosero. Te amo mucho, corazón de melón 💜
Este what if es MUY largo, son más de 10mil palabras. Acá vamos a retroceder MUCHO, al capítulo en que Hoseok iba a pasar la noche con el padre de Yoongi. Esto se base en la pregunta ¿Qué habría pasado si Hoseok hubiera pasado, efectivamente, esa noche con el Emperador?
Como vamos a retroceder tanto, Hoseok tendrá una personalidad más temerosa y miedosa por obvias razones: la edad y que se vio obligado a algo que no quería. Además, el padre de Yoongi igual se saldrá un poco del canon, pues será más caprichoso e individualista. Y, obviamente, Yoongi tendrá mucha ira guardada.
Recalco, es un WHAT IF, y como sólo es un capítulo, obviamente las cosas avanzarán más rápido y sin tantos detalles.
Otras advertencias: abuso, golpes y palabras de humillación. Muerte de un personaje al ir terminando el capítulo. NO es muy angst, es más bien drama todo.
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Hoseok miró su reflejo en el espejo mientras la criada, detrás de él, le sacaba las joyas y retiraba el maquillaje, pues aplicaría uno más suave para esa noche.
―Tiene bonito rostro, Cortesano ―señaló la criada―, ahora entiendo por qué pasará la noche con el Emperador.
El chico trató de sonreír a su reflejo, bromear y decir que era un gran honor, pero sólo podía sentir el pánico crecer a medida que pasaban los segundos. El Emperador lo había despachado sólo media hora atrás para que se arreglara, enviándolo a un cuarto adjunto al suyo y con una criada que le desvistiera.
A esas alturas, ya le había quitado casi toda la ropa, quedándose sólo con un camisón blanco y largo y que cubría hasta por encima de los tobillos. Era, después de todo, ropa de cama.
Esa idea hizo que el terror volviera a estallar, tentado de salir corriendo lejos de ese lugar. La idea de quedar a solas, con el Emperador, de pasar la noche con él, le provocaba rechazo, a pesar de que no se lo hubiera dicho así al hombre. Cuando escuchó su ofrecimiento, no sintió ni emoción ni felicidad, sólo un gran miedo de lo que pudiera ocurrir.
Y, aún así, sólo sonrió con educación, se puso de pie e inclinó.
―Será un gran honor, su Alteza ―le dijo, y su voz, sorprendentemente, no tembló―. Yo estoy para complacerlo en lo que usted desee.
El Emperador no se veía convencido, pero Hoseok no quería ofenderlo de ninguna manera. A pesar de llevarse bien con él, de haber entablado una buena relación, eso no significaba que las cosas no pudieran cambiar. En un abrir y cerrar de ojos, si metía la pata, podría ganarse el rechazo del Emperador, o peor aún, la muerte. Hoseok no quería desconfiar, pero desde lo ocurrido con la joya, sabía que debía irse con más cuidado con todo el mundo, debía ser más precavido y escrupuloso.