Advertencias: fic de época con muchas atribuciones. YoonSeok como pareja principal, pero al ser un fic harem, también existirán otras interacciones. Drama y angst.
Capítulo auspiciado por alieeparadise . ¡Gracias por apoyarme, bebé!
Este capítulo es un poco más relajado y menos tenso, la vdd. Ya el siguiente volvemos a ponernos agresivos JAJAJAJAJA
Kim Sojung supo enseguida lo que había pasado cuando la mano derecha del Príncipe (no, el Emperador) apareció en sus aposentos con aspecto solemne. Ella se lo venía imaginando desde hacía ya varios días, pues era evidente lo que iba a pasar desde que Hoseok tuvo ese aborto.
Una sonrisa de placer se deslizó por su rostro cuando la escolta del Emperador le empezó a hablar.
―Ha sido ascendida, mi Señorita ―dijo Seokjin con voz tranquila―, en el Consejo de hoy se decidió que usted se casará con el Emperador.
―¿De verdad? ―Sojung soltó una risa de felicidad―. Pero... ¿qué ha pasado con Jung Hoseok? ¿Fue expulsado acaso?
―El concubino Jung pasará a ser el Concubino Imperial, mi Señorita ―dijo el guardia.
Sojung sintió los bordes de su sonrisa tensarse en una clara muestra de descontento ante dicha decisión. Ella pensaba que, con todo lo ocurrido, finalmente se había deshecho de Hoseok, que le mandarían al Palacio de la Tierra para nunca más salir de él. Era una de las cosas que más deseaba. Sin embargo, trató de no desanimarse con esas palabras, pues al fin y al cabo, ella iba a convertirse en Emperatriz, no ese tonto y estúpido chico al que le dieron demasiado poder.
Se puso de pie.
―¿Me voy a mudar de aposentos? ¿Cuándo podré ver al Emperador? Quiero verlo hoy mismo.
El guardia no contestó enseguida y Sojung se molestó al notar ese rostro calmado y, quizás, un poco indiferente a él. No parecía muy intimidado por su nueva posición.
―Se mudará a los nuevos aposentos mañana por la mañana ―dijo con lentitud―, primero, el Consor– El concubino Jung debe mudarse.
No era la respuesta que esperaba, pero sabía que lo mejor no era presionar.
―Supongo que se mudará aquí ―dijo ella.
―Eso lo determinará el Emperador ―contestó Seokjin.
Tampoco la respuesta que quería, y Sojung empezó a sospechar que, al parecer, las cosas no iban a ser tal y como ella esperaba. Lo que más quería era echar a Hoseok del palacio, sabiendo muy bien lo mucho que el Emperador amaba a ese grosero muchacho que no trajo más que desgracias.
―¿Hoy cenaré con él? ―preguntó.
―El Emperador quedó muy cansado con la reunión de hoy en la tarde y se ha retirado para descansar. Mañana le verá, mi Señorita.