⋟ dieciocho; anillo.

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Le era difícil realizar la simple tarea de respirar únicamente a través de su nariz, por lo que se vio forzado a abrir unos cuantos centímetros sus labios hinchados y húmedos —consecuencia de las múltiples mordidas que les había propinado con la i...

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Le era difícil realizar la simple tarea de respirar únicamente a través de su nariz, por lo que se vio forzado a abrir unos cuantos centímetros sus labios hinchados y húmedos —consecuencia de las múltiples mordidas que les había propinado con la intención de disminuir ineficazmente su desbocada excitación— para darle paso al aire que tanto necesitaba su cerebro, el cual parecía más y más aturdido con cada minuto que pasaba. Sus palmas estaban apoyadas sobre el gran rectángulo de mármol a su frente, puesto que los huesos de sus piernas se asemejaban al material glutinoso de la gelatina y no tenían la fuerza suficiente para que JungKook siguiera sosteniéndose por medio de ellas.

Su lazo finalmente tiró, al sentir a TaeHyung acercándose con rapidez. Suspiró tembloroso, una corriente de adrenalina esparciéndose por toda su anatomía, casi podía jurar que el corazón se le iba a escapar por la garganta de lo acelerado que latía, resonando con furia contra sus sensibles oídos.

Al momento en que la puerta fue abierta, JungKook ya estaba hecho un desastre, su vista completamente desenfocada por el anhelo, lo único que deseaba era bajarse los pantalones y ofrecerle sin pudor alguno su culo hambriento al hombre que acababa de llegar a la habitación. Sería francamente mortificante si no estuviera tan desesperado por ser follado duro, el decoro era en lo último que su mente turbada reparaba.

—¿Te hice esperar mucho, amor? —pronunció con la voz exquisitamente ronca, al mismo tiempo en que tomaba lugar justo detrás de él.

—Así es... —No pudo evitar que su propia voz saliera con un tono de queja, pero es que toda su piel quemaba de manera enloquecedora y TaeHyung era el único que podía calmarlo.

—No te tocaste como te lo pedí —murmuró, deslizando su mano a lo largo del tronco de JungKook con delicadeza, para luego detenerse encima del bulto en sus pantalones, agarrándolo con brusquedad, el mestizo chupó aire ante el placentero dolor que lo atravesó—. Qué buen chico.

—TaeHyung, mételo ya... —pidió sin poder contenerse, meciendo sus caderas hacia atrás, para de esta manera poder sentir con más firmeza el miembro duro del mayor frotándose contra su trasero.

Hubo un instante de silencio antes de que TaeHyung le destrozara los pantalones y la ropa interior en un solo movimiento. JungKook simplemente se dejó hacer, nada más importaba, nada que no fuera la polla de ese hombre golpeando profundamente en sus entrañas.

El vampiro puro posicionó una mano fuerte en la nuca del contrario, forzándolo a doblarse sobre el lavamanos, provocando que el culo de Jeon se extendiera bellamente para su propio deleite. Se removió nervioso al escuchar el sonido de una bragueta siendo bajada, y tuvo que morderse el labio cuando sintió la punta roma del pene de TaeHyung restregarse en su agujero.

—¿Quieres la polla de papi? ¿Mmh? —inquirió con burla el puro, sin parar de tentar a su necesitada grieta con el glande chorreante de líquido preseminal.

Half blood 谷 TK!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora