⋟ veinte; sonrisa.

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En esos momento JungKook se encontraba muy tenso e inquieto

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En esos momento JungKook se encontraba muy tenso e inquieto. Para ser exactos, "muy" sería una completa subestimación de cómo se estaba sintiendo en realidad. Su cordura estaba al borde del colapso con cada mísero minuto que pasaba y DongHui no regresaba con el maldito biberón de SooBin. El mestizo había despertado esa mañana con la clara intención de no hacer absolutamente nada hasta que TaeHyung regresara de la empresa, pero todo su maravilloso plan se vio frustrado en el instante en que se cruzó a la infame humana por los pasillos. Debido a este desafortunado suceso, se hallaba supervisando a su querido hermano menor mientras esperaba a que la mujer apareciera.

JungKook sabe muy bien que está siendo ridículo, cuidar del infante era algo que tendría que hacer tarde o temprano, sin embargo, sus sentimientos aprehensivos hacia él no se habían apaciguado en su totalidad. Por lo tanto, tenerlo en su regazo en ese preciso momento lo estaba incomodando más de lo que debería. Respiró profundo un par de veces. Era solo un bebé, un bebé bastante tranquilo, por cierto. En lo que llevaba de su nacimiento, no lo había oído llorar ni una sola vez, lo cual era bastante peculiar. Según la concepción de Jeon, los bebés se la pasaban lloriqueando la mayor parte del día, pero este pequeño parecía tener el interruptor del llanto atrofiado.

Se dedicó a observarlo detenidamente, algo que había evitado hacer durante las últimas semanas, rehuyendo de la idea de que aquel niño pudiera parecerse en lo más mínimo a TaeHyung. Como confirmación de sus temores, poco a poco fue encontrando en la rechoncha cara del menor ciertos rasgos que lo hacían indiscutiblemente parecido a Kim. Pero, contrario a lo que esperaba, no se sintió devastado al descubrir lo evidente. En cambio, una sonrisa temblorosa comenzó emerger en sus labios, su corazón colmándose con algo parecido al aprecio. La química de su cerebro se alteró al finalmente reconocer lo tierno que era SooBin.

El chiquillo pareció corresponder a su sonrisa, puesto que sus pequeñas comisuras se elevaron, mostrando la perfecta hilera de dientecitos que habían crecido en sus rosadas encías de manera prematura. Los bebés vampiro se desarrollaban a un ritmo mucho más rápido que los niños humanos, pudiendo alcanzar la edad de dos años en tan solo ocho meses.

—Oh, por Dios. —Alguien chilló con absoluto asombro a sus espaldas.

El castaño volvió su cabeza, encontrándose con una muy conmocionada DongHui.

—¿Ocurre algo? —Su ceño se frunció, confundido por el extraño comportamiento de la nodriza.

—Oh, disculpe mi osadía, joven amo. —La mujer se reverenció, avergonzada—. Pero es la primera vez que veo al pequeño sonreír. Me preocupaba que SooBin pudiera estar presentando algún problema en su salud, por lo que pensaba hablar con el amo TaeHyung sobre esto y que él decidiera si sería pertinente consultar con un médico sobre lo que podría estar afectando el desarrollo de SooBin.

—Mmm, no creo que sea nada de lo que preocuparse —afirmó, regresando su atención al menor—. Míralo, ahora parece que no puede dejar de hacerlo.

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