⋟ nueve; "debemos unirnos en uno solo."

1.2K 135 50
                                    

Se extendió a lo largo de su cama, su mirada fija en el techo de un blanco inmaculado, esperaba encontrar la suficiente tranquilidad como para lograr conciliar el sueño aunque sea por algunas horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se extendió a lo largo de su cama, su mirada fija en el techo de un blanco inmaculado, esperaba encontrar la suficiente tranquilidad como para lograr conciliar el sueño aunque sea por algunas horas. Sentía un frío inmenso que nada tenía que ver con su temperatura, el vacío se acrecentaba como un pared rota que continuaba despedazándose con el pasar del tiempo y su descomunal apetito desintegrando sus vísceras con cada minuto transcurrido. Su sensible olfato percibía el sutil aroma dulce y varonil de TaeHyung en la primera planta, casi parecía que lo invitaba a caminar escaleras abajo y probar un poco del sabor real que tanto añoraba, pero no, tenía que ser más fuerte que esto, que su naturaleza distorsionada.

Su mente voló por horas hacia divagaciones inconclusas, su espalda y cuerpo estaban entumecidos por haberse mantenido en la misma posición por un prolongado lapso de tiempo, se incorporó quedando esta vez sentado e hizo tronar su cuello, intentando deshacerse de la tensión que había acumulado precisamente en ese lugar. Lo siguiente que procuró realizar fue el desprenderse por fin de su uniforme, ni siquiera se había percatado de que aun lo llevaba consigo, comenzó por su camisa de botones blanca; siempre fue un joven de contextura delgada y esto lo hacía sentir un poco inseguro con su cuerpo y con su masculinidad, así que siendo más joven se había mentalizado en hacer ejercicio para de esta manera ganar un poco de músculo, debía decir que lo había logrado con total éxito. Tenía el abdomen marcado, muslos tonificados y unos bíceps envidiables.

Justo al momento de desabrochar la correa de su pantalón, se abrió la puerta tan repentinamente que por poco salta de la impresión.

—¿Qué necesitas? —Tragó en seco, ignorando sus ridículos deseos de cubrir la piel expuesta.

—No es qué necesito yo, es qué necesitas tú.

—Discúlpame, no creo necesitar nada y menos algo tuyo. —Hurgó entre su armario, buscando una camisa de pijama y sus respectivos pantalones.

Sintió una oleada de absoluta frustración que para nada pertenecía a él, se preguntó qué demonios había sido eso.

—No puedes mentirme, JeonGguk, no a mí. —Se cruzó de brazos al mismo tiempo en que se apoyaba en la puerta cerrada.

Pudo notar al instante de conectar sus ojos con los de TaeHyung que él estaba intentando transmitirle algo de manera silenciosa, su expresión preocupada era un completo poema y para ser honesto consigo mismo, se estaba poniendo ansioso del semblante oscuro del contrario.

—¿Qué me está pasando, Kim? —El tono de su voz salió fino y tembloroso, como si estuviera a punto de echarse a llorar allí mismo—. ¿Por qué me siento de esta manera? Estoy harto de lidiar con ello solo, estoy tan cansado... —Se restregó la cara con las palmas de sus manos, en un estado de suma desesperación.

TaeHyung cruzó el poco espacio que los separaba y lo tomó de los hombros, sacudiéndolo levemente para que entrara en razón y lo mirara.

—Ya te has enterado, ¿no es así?

Half blood 谷 TK!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora