⋟ diecisiete; deseo.

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JungKook se miró al espejo por última vez, estaba bien, se veía bien, su traje no tenía ni una sola arruga, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, nada se movía o sobresalía fuera de su lugar

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JungKook se miró al espejo por última vez, estaba bien, se veía bien, su traje no tenía ni una sola arruga, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, nada se movía o sobresalía fuera de su lugar. Era hora de salir, no podía seguir posponiendo lo inevitable. Abrió finalmente la puerta de su habitación, la extensión del pasillo que llevaba a las grandes escaleras se le hizo aterradora, su cuerpo vibraba en tensión, sus pies querían darse media vuelta y volver a encerrarse dentro del cuarto, TaeHyung no necesitaba su presencia ahí abajo después de todo, ¿verdad?

El corazón le latía tan rápido y tan fuerte que casi lo sentía resonar dentro de su garganta, impidiéndole tragar saliva o siquiera respirar con normalidad. No es que le tuviera miedo a las multitudes, para nada, pero en este caso se trataba de una multitud de vampiros puros. El sólo pensamiento hizo que su estómago se le retorciera en angustia. Aún se sentía algo sensible después de su enlazamiento con su padre, no estaba preparado para estar rodeado de más vampiros tan pronto. Lo único que quería en esos momentos era acurrucarse contra su pareja y respirar su aroma una y otra vez hasta tranquilizarse.

«No te preocupes tanto, amor». Sintió la voz de TaeHyung hablar dentro de su mente, trayéndole calidez y serenidad al instante. «Ven aquí, yo cuidaré de ti». Continuó, y eso fue suficiente para hacerlo sonreír y encaminarse a las escaleras.

Al ingresar al gran salón principal, pudo observar el gran número de personas que se esparcía por todo el lugar. Rápidamente escaneó el área con sus ojos castaños en busca de TaeHyung, no se demoró mucho en encontrarlo, después de todo su lazo tiraba justo del lugar en el que se hallaba el vampiro puro.

—Te ves deslumbrante, Ggukkie —le dijo tan pronto lo tuvo cerca—. Hermoso.

Eso era una exageración, se veía bien, es cierto, la elección de su atuendo fue la correcta, lucía a la perfección su esbelta anatomía. Aún así, si había alguien que se veía deslumbrante esa noche, ese sería TaeHyung, con su traje de tres piezas negro, que abrazaba exquisitamente su cuerpo fornido, apretando en los lugares correctos, estaba seguro que una buena parte de la habitación se había quedado babeando a causa del mayor más de una vez a lo largo de la velada. Incluso JungKook lo estaba teniendo difícil, su manos cosquilleando por tocar, sentir, acariciar y quizás luego también podría besar, chupar...

—JeonGguk. —La voz severa del puro, lo hizo pararse derecho, sus músculos tensionándose—. Detén tus malditos pensamientos si no quieres que te folle aquí mismo, enfrente de todo el mundo —murmuró entre dientes, haciendo un esfuerzo por no ser escuchado por algún oído intruso, lo cuál no sería fácil, debido a las capacidades inhumanas de los comensales aquí presentes.

Ambos pares de ojos chocaron entre sí, un suspiro tembloroso se alcanzó a escapar de los labios del menor. Dios, no lo estaba teniendo mejor ahora que el tiempo había pasado, seguía con la misma necesidad carnal que no lo dejaba pensar con claridad. Estaba jodido. Esta cosa de las almas gemelas era un asunto demasiado intenso para que fuera saludable a largo plazo.

Half blood 谷 TK!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora