Shinichiro...
El día de hoy está..., nublado, ha dolido tanto ver por última vez tus ojos, tus hermosos ojos onix.
Sabes, luego de ese incidente, Baji-chan vino con su madre, y se disculpó demasiadas veces.
Pero yo..., no podía verlo, sabes, Kazutora-chan, estará en la correccional por dos años, o eso creo, no he podido ver a Mikey a la cara, tampoco a Emma y mucho menos al abuelo Sano.
Te extraño, te extraño mucho, no he podido superar ese día, no puedo olvidar lo que pasó.
Suelo soñar, que estas aquí conmigo, que tenemos nuestra boda, todo, tan bonito como siempre lo decías, como siempre lo planeabas, como siempre..., salía de tus labios.
Incluso extraño el singular olor a cigarrillo que solías tener siempre en tu boca, pero también extraño cuando lo dejabas de lado porque me molestaba y no querías que me ponga mal.
Extraño ir a dejarte un bento en tu trabajo.
Y ahora, no tengo a nadie a quien hacerlo, tampoco dárselo.
Draken-chan a venido a verme, creo, que ha sido el único al que le permití entrar en mi vida, ha estado cuidándome desde ese día, también cuida a Mikey, y aunque quiera verlo, tan sólo, verlo a través de fotos, me es suficiente, no tengo el valor.
Shinichiro, ¿qué harías tú?, cielos, que pregunta más tonta, de seguro me regañarías por aislarme tanto.
Pero, te veo en todos lados, eres el chico del cuál tenía tantas cualidades, que no sé como seguir sin ver algo que me recuerde a ti.
A veces, suelo despertar en el sofá con alguna sudadera tuya, y duele, duele demasiado.
He tratado de superarlo, pero, siento que si lo hago, volveré a caer, y no quiero.
Hace poco, alguien contacto conmigo, quiere que le ayude en un trabajo, y lo acepté, tan sólo..., que será algo lejos, y no podré venir a verte.
Quiero quedarme Shinichiro, pero, también debo seguir, ¿verdad?
No quiero conocer a más personas, eso duele, y duele mucho.
Asiqué, he decidido, ir a ver al abuelo Sano, el sería mi primer rumbo para aceptar lo sucedido.
Te amo tanto amor mío, el sol..., y el arcoíris, desapareció, y si lo hay, ya no son tan bellos.
Prometo, no quedarme estancada, cariño.
Con amor, Tomaru Darin, tu prometida.
Miré la carta sellada entre mis manos, pero, la dejé ahí, él, no podría leerla, y eso duele.
—Oh, Darin, querida, pasa —entré a la casa Sano —¿cómo has estado?
—He estado bien, ¿cómo ha estado usted?
—Las cosas han cambiado, puedo soportarlo —asentí comprendiendo.
—Yo, quería venir a despedirme, vendré de vez en cuando, pero, alguien acepto mi curriculum.
—Es comprensible, él estaría orgulloso —asentí sabiendo que es verdad.
Pero, con todo el consuelo que recibía, eso no aliviaba el peso en mi corazón.
—¿Te irás? —asentí, Emma había sido una niña muy dulce desde que la conocí, me sabía mal dejarla —pero..., ¿qué hay de él?
—Está bien, no me iré para siempre, vendré a verlo, pero, debo trabajar, y sobrevivir, pequeña Emma.
—Lo entiendo..., sólo
Y no había consuelo que ayude a una niña como ella, ese peso en mi corazón, dolía más que nunca.
—Da-Darin, yo quería... —apoyé mis manos en sus hombros mirándolo, si tuviera el cabello negro, y su mirada, sería igual a Shinichiro.
—Pronto, comenzaré a trabajar, y yo debo irme, pero, vendré, de eso no hay duda.
—¿No puedes quedarte? —lo atraje hacia mí abrazándolo.
—Escucha muy bien, Manjiro, me quedé o no, no cambiará el resultado, pero, quiero que sepas, que siempre vendré, debo hacerlo, no estas sólo, aunque no puedas verme siempre, tienes mi número, sólo no llames en las mañanas, a esa hora trabajo.
—Si...
Verlo tan destrozado dolía mucho, pero, no me atrevía a ver a Baji-chan y a Kazutora-chan, no podía verlos, y eso, Mikey lo sabía, y lo entendía, pero, también se que con mi ida, muchas cosas cambiarán.
—Vendré a verte pronto, cariño, no dejaré, de amarte, siempre, estarás aquí, en mi corazón, es hora de irme, Shinichiro, vendré a verte, no lo dudes.
Tomé las flores que tenía, para dejarlas en el jarrón, seguido de un beso en su frente, llevándome por última vez su esencia.
Pero, no quería irme.
Quiero quedarme.
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Tomaru- Shinichiro/Manjiro Sano
ФанфикUn rayo de sol, debería ser suficiente para alegrar la vida de muchas personas, pero, él lo veía diariamente, hasta que un día, el sol salió, y con el, un arcoíris. Pero, no se podía quedar, no podía permanecer en el mismo sitio todos los días, y lo...