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Darin

Tormenta.

No, tal vez no era la palabra correcta que quiero usar.

—Darin-san, considérelo.

—¿Me hará olvidar?

—Completamente.

Había visto a Sanzu consumir mucho de esto últimamente, y aunque no lo quiera ver, también ha estado muy activo, y alegre, ha pasado tiempo desde que la Kanto se posicionó como la mejor pandilla.

Las cosas se han puesto tensas últimamente, incluir al bufet de abogados en esto no era sencillo, y no quería verme más involucrada en caso de emergencia.

—Diles..., que fui..., a relajarme, que nadie me moleste.

—Como ordene.

Tal vez estaba muy mal esto, tal vez debí ir con Shinichiro al extranjero, pero, tampoco me dejaron ir.

Quería..., olvidar por un momento toda esta situación, era peligroso tener mis emociones a flor de piel, Emma estaba con Draken-chan, ambos aprendiendo, a como defenderse de ahora en adelante.

Manjiro estaba en una reunión con el resto y alguien más, no lo sé.

Y por el momento, yo estaba libre.

Pero, olvidarme un poco de lo sucedido, era muy relajante, ahora entendía porque Sanzu las consumía, esto me dejaría noqueada por algún tiempo, y lo necesitaba con desespero.

Tal vez estuve muy ida, o fue un efecto ilusorio, pero, a pesar de estar en mi habitación, acostada en mi cama, semi consiente, o tal vez, semi dormida, sólo podía ver a una silueta ingresar y acercarse a mí, sólo lo miré, pero a la vez, no hice nada, ni dije nada.

Y pronto..., caricias en mi cabello y mejilla las sentía, eran leves, suaves, me gustaba ese tacto, no sabía de quien era, pero, lo necesitaba.

Cuando entré en sí, también vinieron los estragos, creo que ahora sabía porque no las consumía, parecía que fuera a escupir mi estómago.

—¿Darin-nee? ¿Te sientes bien?

—Creo que algo me cayó mal, sólo eso.

—Entiendo, te prepararé algo.

Me senté sosteniendo mi cabeza entre mis manos, no me gustaba esta sensación, tenía la misma reacción cuando dejé los antidepresivos.

—¿Darin-san? ¿Se encuentra bien?

—Si, no te preocupes Draken-chan, sólo es mi estómago.

Sonreí levemente, para comer un poco y volver a mi habitación, dejándome caer de inmediato entre sabanas y almohadas.

No sabía la hora que era, tampoco me importaba saberlo, sólo quería estar acostada.

Sanzu..., consume cosas fuertes.

—Emma me dijo que te encuentras mal, ¿Quieres que llame al médico?

—No, ya se me pasará —dije para volver a taparme entre aquellas delgadas telas —Creí que tenías una reunión.

—Ya la acabé.

Asomé mi cabeza hacía la mesita de noche, pasaban las tres de la tarde, había dormido un día entero, no tenía opción, debía levantarme.

Entré a la ducha sosteniendo mi cabeza, en verdad odiaba esta sensación, aun así, fue agradable..., pasé, más de un día viviendo de manera feliz.

Apenas salí, Manjiro me miraba seriamente.

Tomaru- Shinichiro/Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora