Tomaru- Shinichiro/Manjiro Sano

3

Darin

—Vaya, se ve más brillante que la última vez.

—Bueno, supongo que le di un poco de brillo.

—Muchas gracias Shinichiro —tomé sus manos para agradecerle, pero, las soltó de inmediato.

—Ah, no te preocupes, era mi trabajo después de todo.

—Entiendo, en ese caso, te haré llegar el dinero.

Tomé mi bolso buscando el efectivo que había traído, había tenido problemas para conseguirlo, pero, parece que lo logré.

Una vez estando todo correcto en los negocios, miré mi preciada motocicleta.

—¿A qué hora saldrás Shinichiro?

—¿Uh? Supongo que a las 6, ¿por qué?

—Ya veo, en ese caso, vendré por ti a esa hora, bye bye.

Alcé mi mano para acelerar, extrañaba el viento en mi cabello, la adrenalina de conducirla, el riesgo de saltarme algunos semáforos en rojo.

Pero, ahora que tenía una motocicleta, mi segundo paso, era no llevarla a casa, y dejarla donde hasta ahora la tenía.

Un bonito edificio de departamentos.

—¿Oh? ¿Chifuyu? ¿Qué es eso?

—Darin-san..., esto.

—¿Es un gatito? Es muy bonito, ¿quieres ayuda?

—Estoy bien, gracias.

Sonreí un poco, pronto tendría mis cosas aquí, mi sueño cumplido.

Pero, eso no significaba que no pudiera dejar la casa por ahora.

—Darin, ¿podemos hablar?

—¿Uhm? Claro, pero, debo salir en un rato más.

—Ya veo, ¿tendrás una cita?

—No, no es una cita como tal, pero, espero que algún día me lo pida.

—Entiendo, Darin, yo..., quería darte esto —miré a papá sosteniendo algunos papeles —creo que es lo justo, eran de tu madre.

—Papá...

—Sé que ella no te agrada, y sé que tampoco le agradas a ella, lo tengo claro, pero...

—Está bien, a veces, las cosas no resultan como queremos, mamá debe estar bien, asique no hay problema, supongo que ahora..., nos veremos menos.

—Así es..., sé que serás una gran abogada, has hecho cosas increíbles, y escuché que el bufet de abogados están interesados por ti.

—¿No has tenido que ver algo?

—Esta vez, no lo hice.

Sonreí un poco, para abrazarlo, a pesar de todas las cosas que sucedieron en estos cortos meses, el seguía pensando por mi.

Tomé estos documentos, para guardarlos en un lugar seguro, con esa mujer aquí, todo se puede.

Salí con anticipación despidiéndome de él, para ir a los edificios y tomar la motocicleta, esta vez, era una sensación diferente, ya no sentía ese peso en mis hombros.

Cuándo llegué, miré a un niño era tan parecido a Shinichiro.

—¿Hola?

—¿Uhm? ¿Buscas a mi hermano?

—Si..., ¿está?

—Si..., debe estar por volver —asentí mientras lo veía fijamente.

—Eres muy parecido a Shinichiro, de seguro también eres alguien genial.

—¿De verdad?

—Así es..., entonces, ¿te gustaría acompañarnos?.

—¿Saldrás con mi hermano?

—Si, ¿por qué?

—Porque las chicas siempre lo han rechazado, veinte chicas.

—¿He? ¿Veinte? —Shinichiro parecía ser el chico popular, pero, parece que me equivoqué —bueno, soy Darin Tomaru, y ten por seguro que no lo rechazaré.

—¿Enserio?

—Si, entonces, ¿vendrás con nosotros?

—¡Sí!

—Mikey, ¿con quién hablar? —miré a Shinichiro aparecer cambiado y un cigarrillo en su boca —oh, Darin.

—Te tardas mucho Shinichiro, mira que dejar a tu hermano solo —me acerqué un poco a él para tomar su cigarrillo y tirarlo —entonces, ¿estás listo? 

—Si, pero...

—Bien, entonces, ¿te llamas Mikey? —miré al pequeño rubio que miraba todo con atención.

—Manjiro Sano.

—Bien, Manjiro, te llevaré a un buen lugar de comida, ya lo verás, Shinichiro nos alcanzará después.

Lo tomé en brazos para subirlo en la motocicleta y ponerle el casco, seguido de Shinichiro que salía de igual forma, y comenzamos a irnos, sentía sus manitos rodear mi cintura, asiqué aceleré un poco más, esquivando algunos autos.

—¿Qué te pareció?

—Eso fue genial, tu motocicleta es genial.

—¿Verdad? Es un recuerdo de mi madre, me la dio hace un tiempo, ahora, vamos a comer.

Tomé su mano para entrar y pedir lo que comeríamos, Shinichiro llegó después, pero estaba bien. Sólo que no esperé que Manjiro se quedara dormido.

—He... Darin.

—Yo lo llevó, tu guía.

—Pero...

—Está bien, puedo con esto.

Tomé a Manjiro para ponerlo frente a mi, y hacer que se aferra a mi pecho, literalmente, para luego sujetarlo con una cinta que siempre llevaba, seguido de ponerle el casco, parecía todo un angelito dormido.

Seguí a Shinichiro, vivía en una bonita zona, y era agradable.

—Es aquí.

—Tu casa es bonita.

—Gracias, mi madre la decoró —asentí, seguido de que entramos —¡ya llegamos!

—Hermano Shin —sonreí con dulzura al ver a una niña también ahí —oh, hermano Shin, ¿es tu novia?

—¿He? ¡No! ¡Claro que no! —reí un poco para que me mire.

—Hola pequeña, soy Darin.

—Soy Emma, ¿no eres novia de mi hermano?

—Es muy tímido para pedirme una cita, pero en un futuro estaría bien —susurré un poco cerca de su oído, mientras sus ojitos brillaban.

—Ah, lamento que hayas tenido que cargarlo, puedo hacerlo a partir de aquí.

—Claro —traté de que Manjiro me suelte, pero, parecía imposible, y empezaba a babear —Manjiro, ¿puedes soltarme? Por favor, si quieres, puedes pedir a Shinichiro para que te lleve conmigo.

—Oh, eres buena con los niños.

—Es un don peculiar, bien, es hora de que me vaya, descansen bien.

Salí de ahí, aunque no lo dijeran, podía notar en sus rostros algo diferente, ellos estaban de luto, al igual que yo.

Son..., personas increíbles, quiero cuidarlo, quiero quedarme, pero, es decisión de ellos si quieren que lo haga.