Capítulo 1

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Un corazón roto

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Un corazón roto.

El primero de muchos, el que más duele y más drama deja. Se habla mucho del primer amor, pero poco se dice del maldito vacío que deja, del dolor que arrastra y de lo llena de recuerdos que te quedas.

Podría encerrarme a llorar durante horas, reprochándome todo lo que no hice.O salir, perderme entre luces, tragos y labios ajenos.Podría hacer lo que sea... después de todo, soy libre.

 Y tengo apenas 24 años para seguir.

¿Qué podría suceder?

¿Qué podría suceder?

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— Oso. ¿Cómo estás?.

En la puerta de mi apartamento se encontraba él tío Carlo, con un helado de chocolate en manos y la saga completa de Crepúsculo. Podía observar en su mirada algo de compresión y amor paternal. Él pobre hombre no sabe cómo sobrellevar la situación. Tal vez porque sus hijos eran demasiado pequeños para sufrir de amor.

— Bueno, me encuentro bien, mejor de lo que imagine.—respondí cuidando cada palabra.—Digo lo mío con Matt no tenía futuro y ya me lo habías advertido.

Suspiraba tratado de buscar la respuesta adecuada. Se con claridad que Matthew nunca fue de su agrado, pero también se que él comenzaba a tratarlo por mí, por lo feliz que él me hacía.

— Carmen, se que debería darte ánimos y no empezar a hablar mal de Barkanov. Pero tú más que nadie sabes que ese jugador de hockey, nunca me dio buena espina.—argumentaba para adentrarse al departamento.

Me costaba aceptar que Matthew, no era él hombre perfecto y que después de todo ellos tenían razón, todo este tiempo había vivido de una ilusión y de un posible sueño. Aún no podía aceptar que estuve con él canadiense por agradecimiento y no por amor. Odiaba el frío y las pista de hockey, sin exagerar eran los lugares más fríos, pero después de todo era buena fingiendo.

Pensar que no era amor y que no podría vivir un cuento de hadas, me desilusionaba a niveles exponenciales.

— Lo sé, pero creía que era él indicado.

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