Sentí la conexión desde el primer día que conectamos miradas en el aeropuerto.
Si tan solo me hubiese imaginado lo que se me vendría encima 4 años después de llegar aquí, cuando me alejé de todo. Pero sin embargo, no cambiaría nada de lo que vivimos...
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Después de revisar si estaba seco el bikini me lo volví a poner, salí del baño tras cerrar la puerta y me encaminé hasta donde estaba Benito. Por el camino me entró la risa tonta, ya que llevaba unas cuantas copas de champagne y me sube rápido.
Verlo allí, con un brazo apoyado en el borde del jacuzzi y con el otro bebiendo de su copa, no sé si era por el champagne o porque la noche confunde pero, aquella imagen me pareció sexy y, después de darme cuenta de que estaba pensado en ello, también raro.
Me recogí el pelo en una coleta baja antes de entrar y después empecé a bajar los escalones. Mientras lo hacía también me di cuenta de que Benito me echaba una ojeada un tanto diferente pero preferí atribuirlo a que iba un poco pedo. Al principio parecía que el agua quemaba pero unos segundos más tarde se estaba en la gloria.
- Oye, ahora que estamos así en confianza, cuéntame algo interesante.
- ¿Cómo qué?
Esperando su respuesta me puse a mirar al cielo, y me di cuenta de que estaba precioso, se veían a la perfección las estrellas y la luna, la cual estaba casi llena.
- No sé. Hagámoslo esto, tú me cuentas algo tuyo y después te cuento yo, y así.
Yo asentí y esperé a que me preguntase algo.
- ¿Cómo fue tu primera vez?
Lo miré a los ojos por primera vez después de un rato y me di cuenta de que aquella pregunta no era por simple casualidad, en sus ojos se le veían las intenciones pero me callé para ver que otras cosas decía.
-¿Por qué quieres saber eso?
Se encogió de hombros como si fuese lo más obvio del mundo.
- Curiosidad. Si quieres te cuento la mia primero.
Accedí, lista para seguramente reírme.
- Pues verás, yo estaba chamaquito, tenía como 16 y había una en la high que me gustaba, yo había tenido algún rollo pero ella me gustaba de verdad por primera vez. Entonces después de un tiempo intentando hacerme su amigo y ver que yo también le gustaba, empezamos a salir y una noche decidimos hacerlo. La chica sabía que era mi primera vez, pero no la suya, ya que era un año mayor. Yo estaba tan nervioso que solo pensaba en no cagarla pero con su ayuda pues, bueno, no salió tan mal. Por lo menos los dos nos corrimos, ese era el objetivo.
Me sentí algo aliviada cuando dijo que su único pensamiento era no cagarla, ya que a mí me pasó algo similar.
- Bien pues, mi primera vez fue a los 17, poco antes de que mi año en Los Ángeles se terminará. - le aclaré que vine intercambio al ver su cara de confusión.- El chico se llamaba Landon, me había llamado la atención desde los primeros días y me pidió ir juntos al famoso "prom", esa misma noche fuimos a su casa y bueno, digamos que fue una puta mierda aquello. El tío tenía fama de ser "una máquina" y conmigo fue un fracaso. Literalmente fue un mete-saca, ni siquiera sé preocupó en si yo estaba bien o si yo había llegado. - Después de la anécdota le di un buen trago a mi copa para volverla a rellenar.
