Hope - The Sandman

Capítulo 12 - Noticias importantes

Aviso: Capítulo con contenido +18
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Deseo se levantó del sillón de la sala de Cronos y con un gesto triunfante salió de la habitación, como si de una escena de película se tratará, solo le faltaban los fuegos artificiales y una explosión detrás de él.

- Me encanta salir a hacer negocios. - pensó moviendo su cabeza hacia los lados y así tmbn su pelo, le encantaba escuchar el sonido de sus zapatos con cuña sobre el suelo de mármol.
Cuando llegó a la puerta se paró unos segundos a esperar que su carruaje real llegará.
Elpis que andaba por allí recogiendo flores pudo ver a Deseo de lejos, su sonrisa era amplia y se le veía aún más feliz que de costumbre.

- Que sospechoso. - pensaba la joven mientras arrancaba suavemente una rosa blanca. - que pena que ya se esté acabando la temporada de rosas, se empiezan a marchitar. - susurró mientras su gesto se ponía algo triste.
Mientras divagaba en sus pensamientos levantó la mirada, pudo ver cómo el carruaje comenzaba a marcharse a un paso considerablemente veloz.
- Parece que algunos tienen prisa. - levantó las cejas algo distraída y prosiguió con sus cosas. - ojalá Deseo haya ayudado a Morfeo. - la chica intentaba no pensar en aquellas cosas, pero era inevitable para ella que de vez en cuando se le pasará por la cabeza como estaría su amado.
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- Hermanitoooo. - Deseo llegó a Palacio y abrió con fuerza y una gran alegría la puerta principal. - tengo una grata sorpresa para ti. - dio un giro sobre si mismo finamente y junto ambas manos.
- No estoy para tus tonterías Deseo, estoy ocupado. - Morfeo estaba pensando en que nuevos sueños y pesadillas crear y no quería que nadie le distrajera y menos en aquel momento.
- ¿como que no? - el dios del Deseo levantó un lateral de su labio - que amargado que eres, no me cansaré de decírtelo. - bufó varias veces esperando que su hermano le dijera algo.
- Por favor, cállate, tu voz me irrita. - dijo haciendo un gesto de desagrado, estando bastante harto de tener que soportar la aguda voz de su hermano.
- Buenooo, esta bien. - se giró en seco y a la vez un poco indignado. - entonces... Supongo que no querrás escuchar nada relativo a El-pis. - Deseo pronunció aquella frase con mucho énfasis en la parte del nombre de la joven y movió sus dorados ojos para observar la expresión de su hermano.
Al escuchar aquellas palabras a Morfeo se le iluminó la cara como si de magia se tratará, no dijo nada pero sus ojos de color gris platino hablaban por si solos.
- Lo sabía. - susurró tomando asiento de nuevo y poniendo las manos sobre el respaldo de la silla. - te comento querido hermanito mío. - pasó su mano rápidamente por el hombro del dios de la Ensoñación.
- Dios mío, dilo ya. - Morfeo se pasó una mano por la cara algo desesperado de que Deseo hiciera una pausa cada vez que hablará.
- Joder, cuando se trata de ella, pareces un perrito faldero de verdad. - suspiró para seguir picando a su hermano. - así resumido, te he conseguido un nuevo trabajo para que puedas ver a esa mujer. - puso sus manos en su barbilla mientras sonreía ilusionadamente.
- ¿Trabajo? ¿De qué clase de trabajo me hablas? - Morfeo quedó muy sorprendido y no sabía ni que decir. - ¿Qué has hecho hermano? - dijo acercándose de forma amenazante a Deseo.
- Relájate, soy el mejor hermano. - sonrió de lado y le guiñó un ojo a Sueño de los Eternos, pero sin decir que había hecho exactamente.
- ¿QUE HAS HECHO DESEO?- agarró por el cuello de la camisa a su hermano a la vez que elevaba la voz progresivamente.
- Una especie de ascenso... podrás crear sueños y pesadillas... en  una sala del Olimpo preparada para ello... - decía de forma entrecortada y sin poder coger mucho aire, ya que Morfeo le tenía agarrado por el cuello.
-!¿QUE?! - Exclamó Morfeo sin soltar el agarre que tenía sobre su hermano, es más, apretaba más las manos, ya que su rabia iba en crechendo. - dime que puedes anular eso, como sea. - decir que estaba flipando era poco, estaba alucinando como un lunático ante lo que su hermano había hecho sin su permiso.
- Ay sueltame. - le dio un manotazo en el brazo a Morfeo y se soltó del agarre. - me vas a estropear el maquillaje. - se pasó sus finos dedos por los labios y buscó un espejo cerca para mirarse a ver si todo seguía en orden.
- Ahora podrás ver a tu amada, y encima todos los días, no sé de qué te quejas. - se cruzó de brazos haciéndose en indagado y se levantó de la silla. - creo que tu jornada empieza en breves, deberías de ir ya al Olimpo. - dijo conteniéndose una leve risita.
- Te voy a matar. - Susurró Morfeo mientras su hermano se iba con un paso de aires de diva de Hollywood.
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