- ¿Qué sucede amigo? - preguntó Morfeo apoyando su mano en el hombro del dios de la Medicina.
- Sé que tú y Elpis sois muy cercanos, de hecho bueno ya sabes el rumor que corre por todos los reinos... - el hombre se llevó la mano a la barbilla mientras movía la nariz levemente hacia un lado.
- Sí bueno, entiendo a lo que te refieres. - el dios de los Sueños hizo memoria con todo lo sucedido en el Gran baile que tuvo lugar hace unas semanas atrás.
- ¿Elpis no te dijo algo de que se encontrase mal? - este miro a Morfeo esperando que le diera una respuesta a sus dudas. - no sé, ¿no la has notado rara o algo? - el hombre ya no sabía de quien era el bebé, pero los rumores decían mucho.
- Estos días atrás ha estado un poco más pálida que de costumbre, pero no ha dicho nada de que se encontrará mal. - Sueño hacia memoria para recordar si Elpis había dado alguna señal de su mal estado. - ¿pero por qué me dices esto? - preguntó subiendo una ceja sin entender absolutamente nada.
- Bueno, soy médico, es secreto de profesión. - Asclepios negó con la cabeza para luego buscar la fija mirada de Morfeo. - creo que ella debería ser quien hablará contigo, yo no tengo mucho que ver. - el dios de la Medicina le dio unos toquecitos en el hombro.
- Deberías de marchar a casa. - Asclepios le dio un consejo a su amigo mientras le miraba con aprecio.Después de decir aquellas palabras, el hombre se despidió de Sueño con una especie de reverencia real y se desvaneció entre las sombras del largo y oscuro pasillo.
_________________________________________________Elpis por su parte se encontraba recostada sobre la cama, su vista se encontraba fija en el blanco techo de la habitación, pero aún tenía esa sensación de miedo en el cuerpo.
- ¿Qué se supone que he de hacer ahora? - se preguntaba a si misma la joven algo asustada y sin saber qué hacer en su estado. - ¿y el bebé de quien es? - esa pregunta rondaba su cabeza cada segundo de tiempo que transcurría allí tumbada.
La joven se llevó una de sus temblorosas manos al vientre y tomó mucho aire a la vez que cerraba sus cansados ojos.
- No quiero que nazcas aquí, no mereces esta vida. - susurró simulando que hablaba con su bebé, a la vez que movía su mano en círculo. - ¿Cómo vamos a saber quién es tu padre? - Elpis no estaba segura si aquel niño o niña era de Cronos o de Morfeo.
La probabilidad era prácticamente igual, pero si se ponía a pensarlo fríamente, Cronos abusaba de ella prácticamente a diario, y si no era así era día si día no, mientras que con Morfeo sólo había estado una vez.La chica movió la cabeza hacia los lados, intentando disipar aquellas turbias ideas de su cabeza, estaba claro que ella prefería que la vida que crecía en su interior fuera de Sueño de los Eternos antes que de Cronos. Aunque si eso fuera cierto iban a tener bastantes más problemas de los que ya tenían actualmente.
Elpis decidió dejar de pensar en ello e intentar descansar hasta que fuera un nuevo día, tenía que aprovechar aquellos breves instantes de paz antes de que Cronos apareciera.
_________________________________________________Mientras tanto Morfeo se encontraba de camino al Reino de los Sueños todavía con las palabras de Asclepios en su mente.
- Señor, lleva todo el viaje sin decir ni una sola palabra, ¿se encuentra bien? - Mathew giró su cabeza prácticamente 360 grados para ver a su amo.
- Nada, solo estoy pensando. - respondió de forma bastante seca el dios de la Ensoñación a la vez que miraba a la lejanía.
- Si usted lo dice, sabe que puede confiar en mí para contarme lo que sea. - Mathew recostó su cabeza dando una toquecitos con su pico sobre el brazo de Morfeo.
- Lo sé. - Aunque no lo demostrase ni lo dijera en ningún momento, Sueño quería mucho a Mathew. - eres un buen amigo. - dijo acariciando con su mano el cuerpo y las alas del negro y precioso cuervo.
- Fin del trayecto, ya hemos llegado a su destino. - dijo el cochero de Cronos, que les había llevado de vuelta su reino.
- Muchas gracias. - Morfeo y Mathew bajaron de allí quedando de pie frente a su enorme y vacío palacio.
- Por fin se digna a aparecer. - Lucienne apareció de una de las puertas del castillo y saludó propiamente a su Señor.
- Yo también me alegro de verte Lucienne. - Morfeo esbozó una suave sonrisa y entró de inmediato al interior de su palacio.
- ¿Qué le pasa? - preguntaba la joven de piel oscura dirigiéndose al alado cuervo. - esta un poco raro. - se agachó a la altura de Mathew para decir aquello sin que les escuchará.
- Ojalá lo supiera, lleva así todo el camino. - movió sus alas y luego se posó sobre la mano de Lucienne yendo todos hacia el interior del reino.
_________________________________________________Aquella noche fue muy larga, a pesar todo el ajetreo que había siempre en el Olimpo, Elpis pudo pegar ojo, y no solo eso, sino q durmió sorprendentemente bien.
Dio un gran bostezo y se frotó los ojos esperando que Leila entrará a su habitación para así ayudarla a alistarse para el día que tenía por delante.
- Señora, ya estoy aquí. - nada más pensar en ello, Leila hizo su aparición con aquellas palabras. - ¿Qué tal se encuentra? - preguntó la joven bastante preocupada por el delicado estado de salud de Elpis.
- Estoy mejor físicamente . - susurró levantándose con algo de ayuda de la cama. - pero... no muy bien psicológicamente. - miró algo apenada a la doncella que solo la escuchaba atentamente y en silencio.
- ¿Qué ocurre señora? - la joven dejó todos sus materiales de maquillaje y los ropajes para su señora sobre una mesa al instante.
- Tengo que contarte algo... - Elpis dirigió su mirada al suelo mientras jugaba con sus dedos, estaba muy nerviosa pero sabía que no iba a poder guardar más el secreto, necesitaba hablarlo con alguien, y no había nadie mejor para ello que su querida amiga Leila. - estoy embarazada. - susurró mientras miraba de forma muy tensa a la sorprendida doncella.
-¿Qué? Pero eso es una maravillosa noticia señora. - la chica sonrió a su amiga y la dio un cariñoso abrazo.
- No, no lo es... Ya sabes como es la vida aquí. - dio un rápido barrido a toda la habitación con sus azulados ojos. - y no solo eso... No sé si es de Cronos... - aquellas palabras las dijo bastante bajito y con un largo suspiro.
- ¿Qué? - Leila no sabía que más decir, pero fuera lo que fuera iba a apoyar a su amiga.
- Cronos esta obsesionado con tener un heredero, si se lo digo va a arder Troya de nuevo, y más si no es suyo. - Elpis tragó saliva y se miró en el gran espejo que tenía delante. - tienes que guardarme el secreto. - agarró las manos de Leila y la suplico por activa y por pasiva que no dijera nada.
- No diré nada señora, pero un embarazo es un secreto que tiene fecha de caducidad. - la joven estaba muy preocupada por su señora pero no iba a decir nada de su estado a nadie.
- Muchas gracias, de verdad... - Elpis se contuvo las lágrimas a la vez que abrazaba a su amiga, buscando un lugar donde estar segura.
- Por favor, debemos de ocultarlo, aún no se nota, pero se notará. - dijo la joven diosa mientras miraba a su plana barriga que dejaría de serlo pronto. - toma, ponme esto cada día. - la tendió un corsé a su doncella y esta accedió a ponérselo.
- ¿No será perjudicial para el bebé? - preguntó comenzando a apretar la prenda en la cintura de Elpis.
- No me queda otra opción, no hasta que lo hablé con los implicados... - dijo sintiendo como la tela se pegaba fuertemente a su cuerpo, prácticamente cortandola la respiración._________________________________________________
Aquí les dejo el capítulo de hoy, ojalá que les guste mucho, gracias de nuevo por todos los comentarios que dejan, me encantan muchísimo ❤️🥰.
¿Creen qué saldrá bien la idea de ocultar el embarazo?
¿Hablará Elpis con Morfeo y con Cronos?Les dejó que creen sus teorías, nos vemos estos días ❤️, cuídense mucho todos, les quiero <3.
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Hope - The Sandman
Fantasy"La esperanza es el último recurso de la humanidad, Morfeo... " Elpis, diosa de la esperanza, decide abandonar el olimpo, pero Cronos la tiene presa como un objeto de su posesión. Ella es suya y de nadie más. Pero un día su mirada y la del dios de...