Capítulo 17 - ¿Buenas o Malas Noticias?

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-Esto no va a salir bien. - pensó Mathew mientras miraba como su amo se marchaba a toda velocidad del palacio de los sueños.
- No podemos hacer nada. - susurro Lucienne- ya le conoces, sabes que hará lo que quiera. - se llevó una de sus manos a la cabeza, mientras la sacudía levemente hacia los lados.
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-¿No quiere que llame a un médico? - Leila estaba bastante desesperada, pues no era médica y obviamente no sabía que le podía pasar a su señora. - esto no pinta nada bien, en serio. - dijo mientras entraba en la habitación después de haber mandado el cuervo a Morfeo.
Elpis miró a su amiga y la agarró la mano muy fuerte.
-No me encuentro bien, pero si llamamos a Asclepios... - la chica solo podía susurrar de forma casi inaudible-... Cronos lo sabrá y vendrá a preguntarme qué me pasa.. - Elpis cerró los ojos y su cabeza se giro de forma involuntaria hacia la derecha.
- ¿Señora? - Leila comenzó a sacudir a Elpis. - Señora, ¡responda por favor! - a penas habían pasado unos segundos cuando se escucharon unos pasos muy firmes en el pasillo.
- Mierda.. - pensó la criada colocando bien a Elpis, la cual seguía respirando pero se había desmayado por el dolor. - seguro que es Cronos.. - la joven cruzó la puerta de la habitación a toda velocidad y se apoyó contra ella.
- Quiero ver a MI mujer. - dijo recalcando la palabra "mi" con gran énfasis. - ¡apartate inútil! - la voz de Cronos penetró los oídos de Leila a lo que esta solo podía mirar al suelo asustada.
- Es que.. Bueno, l-la señora está.. Está indispuesta hoy ya sabe...- su voz sonaba como la de una oveja que estaba a punto de ser devorada por un furioso lobo.
- Me da igual como esté. - agarró el brazo de la criada y la miró de arriba a abajo con desprecio.
- He dicho que la señora no se encuentra bien y punto. - la joven se armó de valor por una vez en su vida y su voz sonó inquebrantable.
- ¿Me estas respondiendo? - Cronos levantó una ceja y comenzó a reírse fuertemente mientras la apretaba cada vez más el brazo.

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Mientras la anterior discusión tenía lugar, Morfeo estaba a punto de entrar por las puertas del palacio del Olimpo.
- Espero que Elpis esté bien... - jadeaba a toda prisa mientras corría lo más rápido que podía.
Sus ojos estaban sumidos de furia, de color platinado pero sumido en la más profundo y densa oscuridad, el gran viento que había en la parte alta del olimpo movía todo su pelo color azabache, a la vez sus ropajes se ondulaban al compás de la melodia que creaba el fuerte aire.
Nada más llegar a la puerta se frenó en seco y levantó la mirada para recordar el día que entró por aquel sitio al gran baile, donde pudo bailar con su amada por primera vez. Se quedó unos segundos inmóvil y sumido en sus pensamientos, pero retomo su camino nada más volver en sí.
- Mi reina. - dijo en voz alta a la vez que abría la puerta, el rostro de Elpis se dibujaba en su mente, su sonrisa cálida como el sol de atardecer, sus ojos azules que debido a sus aguas internas simulaban las tranquilizantes olas del mar. Y sus manos, sus suaves y finas manos, tan delicadas como la porcelana más pura, creada por el mejor fabricante de esta.
Frunció el ceño y lleno de preocupación comenzó a correr de nuevo por los pasillos de suelo impoluto de mármol blanquecino.
Se acordaba perfectamente de cuál era la habitación del Elpis, así que siguió el camino que tenía ilustrado en su cabeza y continuo sin pensarlo más.
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Sueño de Elpis
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- Mi vida, ¿te encuentras bien? - Morfeo acariciaba suavemente la cara de la diosa de la esperanza.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Elpis abriendo los ojos a duras penas. - ¿eres real? - su voz sonaba muy débil y estaba extremadamente pálida.
- Aguanta un poco más, ¿si? - su voz sonaba calmada y le proporcionaba a la chica una calma inmensa. - todo está bien, voy a por ti. - besó con delicadeza los labios de la joven y se esfumó entre las sombras de los sueños.
....
Fin del sueño

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-¡Eres una inútil y una contestona! - gritó Cronos muy cabreado mientras le daba un golpe a Leila.
La chica solo giró la cabeza mientras se llevaba ambas manos a la zona malherida.
- Perdóneme... - las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras se mordía los labios.
- Ahora apartarte y déjame hablar con mi mujer. - empujó a la chica mientras esta solo lloraba desconsoladamente.
- No, no me voy a quitar, dejé a la señora en paz... - con las pocas fuerzas que le quedaban agarró el pomo de la puerta y puso su cuerpo como escudo humano, para así proteger a su amiga.
-Si no te quitas, esta vez el golpe no será tan flojo. - dijo crujiendose los nudillos con una sonrisa un tanto perturbadora dibujandose en su malvada cara.
- Nadie va a pegar a nadie. - dijo una calmada y suave voz desde lo lejos del pasillo. - apartate de la chica, ¿tan maldecido eres que tienes que enfrentarte a una pobre criada? - preguntó con el rostro serio e impasible.

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Al escuchar tal barbaridad de gritos Elpis volvió en sí, su cabeza le daba quinientas vueltas y la zona baja del vientre le mataba de dolor cada vez que intentaba moverse.
- ¿Morfeo? - susurró al haberle parecido escuchar la hermosa voz del Dios de los Sueños. - la chica intentó incorporarse pero los punzantes dolores se lo impedían.
Propinó un level gemido de dolor y se volvió a tumbar con las fuerzas que aún le quedaban.

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Morfeo estaba llena de rabia por dentro, así que aprovechando la oportunidad sacó de su bolsillo arena de los sueños, sopló suavemente sobre Cronos, haciendo que esté se quedase adormilado.
- Dulces sueños, demonio. - dijo mientras sonreía triunfante. - no nos molestará por un rato. - le dijo a Leila que estaba al lado de él intentando abrir la puerta de la habitación de Elpis.
- Ayúdenos señor de los Sueños, no sé qué le pasa a la Señora. - abrió la puerta de par en par y Morfeo entró lo más rápido que pudo.
- Mi amor, que te ocurre. - decía mientras se arrodillaba y le agarraba la mano a Elpis.
- Has venido... Como me prometiste... - por las mejillas de la Diosa de la Esperanza caían lágrimas de felicidad y una leve sonrisa se podía ver que surgía de sus labios.
- Siempre vendría a por ti. - respondió rápidamente por si la joven se desmayaba de un momento a otro.
- Morfeo, es que yo... - la diosa quería contarle la verdad del embarazo a Morfeo, no sabía si era buena idea, pero no podía confiar en nadie más allí.
- No hables, estas muy débil. - este hizo un gesto de dolor, pues le dolía ver a la persona a la que amaba en esas devastadoras condiciones.
- No... - la chica le miró fijamente a sus preciosos ojos plateados. - Morfeo, estoy em... - justo antes de poder pronunciar aquellas palabras Elpis sintió como un hilero de sangría corría por su entrepierna, junto con un dolor de una agudeza indescriptible.
La único que se pudo escuchar fue un grito desgarrador mientras todos miraban a la chica llorar del horrible dolor que estaría sintiendo.
Leila que se había percatado de la sangre, no dudo ni un segundo en dirigirse a Morfeo.
- Hay que llamar a un médico, ¡YA! - gritó al Dios de la Ensoñación.
-¿Elpis? - Morfeo vio como la chica dejaba de hacer fuerza con su mano y su brillo se apagaba poco a poco.
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Hola a todos, gracias por haber seguido leyendo mi historia a pesar de haber estado sin subir episodios durante bastante tiempo. Se lo agradezco mucho todo❤️
Me he animado a subir otro episodio ya que he visto que me pedían más capítulos, muchas gracias por el apoyo.
(gracias por animarme a subir capítulos a @todorokizrico y @AlisonVelazquez16 <3)
Espero que estén todos bien, y feliz año nuevo ✨❤️.
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Hope - The SandmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora