Hope - The Sandman

Capítulo 16 - Secretos con fecha de caducidad

-Mire señora, no diré nada a nadie de que bueno...-dirigió su vista a la barriga de su amiga. - de que está embarazada, ya sabe que soy fiel a usted. - Leila miró con compasión a Elpis y la dirigió una mirada tranquilizante.
-Sé que no es una gran idea ocultarlo, pero... ¿Qué otra opción me queda? - la chica se puso las manos sobre el apretado corsé que la impedía coger aire de forma correcta.
-Solo espero que esto salga bien. - Leila la dio la mano a su amiga y se fue de la habitación rápidamente para evitar posibles sospechas.
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Mientras la joven doncella caminaba por el gran castillo se cruzó con Cronos, el cual no la pasó por alto y la agarró del brazo de forma violenta.

- Tú, doncella. - dijo aquellas palabras mientras apretaba el brazo de la joven con una fuerza sobrenatural.
-¿qué ocurre señor? - preguntó la chica intentando que no se notase el terror en su mirada.
-Eres la doncella de mi mujer, ¿sabes por qué no sale de la habitación?- decía sabiendo que Elpis había permanecido en cama desde aquel repentino desmayo que tuvo.
- Sigue... indispuesta señor. - fue la única respuesta que se vino a la cabeza de Leila para esquivar aquella incómoda situación.
- Ya... Pues quiero que salga ya de la habitación, el médico dijo q estaba bien y que se iba a recuperar rápidamente. - el Dios del Tiempo dirigió una mirada amezante a la criada. - asegúrate de que salga hoy por la noche de su habitación y vaya a mi despacho, quiero hablar con ella. - su tono era frío y para nada parecía ser algo bueno, sino todo lo contrario.
-Si.. Mi señor. - Leila asintió levemente y se soltó del agarre de Cronos, en cuanto pudo apresuró su paso para avisar a su amiga Elpis cuánto antes, tenía miedo de lo que Cronos tramaba.
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Mientras tanto en el Reino de los Sueños se encontraba un sombrío e inquieto Morfeo. Este estaba sentado en su enorme trono y tenía su mano apoyada sobre la barbilla, sus ojos estaban tristes y su mirada perdida en la lejanía.

- Lleva así un día entero... - susurró Mathew a Lucienne por lo bajito. - esto no es normal. - graznó moviendo una de sus alas y acercándose a la chica de piel oscura.
- Morfeo es así Mathew, cuando se le mete una cosa en la cabeza esta así durante días o incluso milenios. - la mujer estaba preocupada por su señor, pero sabía que era mejor dejarlo estar, no quería enfadarlo o ponerlo incluso peor.
-Pero tenemos que hacer algo. - el negro cuervo movió su cabeza y sus patas al mismo tiempo. - no puede estar así de por vida, lleva así desde que regresó del Olimpo. - el animal quería atar cabos pero no sabía ni por donde empezar a hacerlo.
- Mira Mathew, hagamos una cosa, esta noche me encargaré de todo el Reino de los Sueños, ya que Sueño de los Eternos no tiene pinta de estar por la labor. - dirigió sus negros ojos para mirar a su Señor, el cual seguía cabizbajo y desanimado en general. - mientras tanto tú habla con él, confía en ti, intenta sonsacarle algo ¿si? - la chica acarició la cabeza del cuervo con cariño y esté asintió ante el plan de esta.
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-¡Señora! - Leila irrumpió en la habitación de Elpis muy preocupada y cerrando la puerta tras ella a gran velocidad. - tiene que escucharme. - la chica respiraba muy agitada y movía los brazos de forma descordinada.

-¿Qué sucede? ¿Estás bien? - Elpis tendió el brazo a su amiga y la agarró suavemente a la vez que la ayuda a sentarse sobre la mullida cama.
-El señor Cronos...- Elpis seguía muy asustada y no sabía cómo empezar a contar todo.
-¿Qué? Qué pasa con él, habla por favor, te lo ruego. - Elpis al escuchar que Cronos tenía algo que ver, se puso en lo peor y comenzó a sentirse muy mareada de nuevo. - no me asustes, por los dioses te lo pido. - la chica se llevó la mano a la tripa mientras seguía cogiendo aire.
- Quiere hablar con usted, esta noche en su despacho, a solas. - la chica lo soltó todo de golpe sin dejar tiempo a la Diosa de la Esperanza para procesar todo aquello.
Elpis se llevó la mano a la cabeza poniéndose en la peor situación que su mente pudiera imaginar.
- No se altere por favor, igual no es nada. - la joven doncella rodeó con su brazo a la diosa para darla su apoyo incondicional.
- No lo entiendes Leila. - la chica tomó asiento y miró a su única amiga. - ¿desde cuando las cosas son nada con Cronos? - bajó su mirada y apretó la mano de Leila. - tengo miedo...- dejó que las palabras salieran por si solas de su boca.
- yo... - la doncella sabía que su señora tenía razón y solo pudo abrazarla para intentar apoyarla en todo lo q pudiera.
Elpis sólo pudo quedarse callada mientras las lágrimas brotaban de sus ojos lentamente.
- Algo no va bien. - dijo de repente de modo muy seco la diosa de la Esperanza. - no me encuentro bien...- susurró llevándose ambas manos a la barriga mientras un gesto de inmenso dolor se dibujaba en su rostro.
-Tumbese, no haga nada. - Leila ayudó a su amiga a tumbarse pero esta solo podía retorcerse de dolor, a la vez que ahogaba sus gritos para que nadie la escuchará y fuera a ver qué sucedía.
-Quiero hablar con Morfeo. - la joven fue lo único que dijo con la voz desgarrada y los ojos llorosos.
-Pero señora. - la chica sabía que aquello iba a ser un enorme error pero por otra parte quería ayudar a su amiga.
-No Leila, quiero hablar con Morfeo. - volvió a repetir mientras trataba saliva para intentar apaciguar su dolor.
- Esta bien... Mandaré un cuervo blanco como señal. - la chica salió de la habitación dirigiéndose a la zona del palacio donde almacenaban palomas y cuervos para mandar mensajes en caso de que lo necesitasen.
Nada más llegar a la aquella sala, tomó una hoja y un papel y escribió lo más rápido que pudo un mensaje conciso pero muy concreto.

Mensaje:
"Querido Señor de la Ensoñación, la Diosa de la Esperanza desea reunirse con usted de inmediato, por favor sea discreto, no dejen que le vean."
Fdo: anónimo.

-Vuela libre y lo más rápido que puedas pequeño. - la joven ató el mensaje en una de las patas del hermoso cuervo de alas blancas y este alzó el vuelo nada más hacerlo.

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La noche caía en el Reino de los Sueños cuando Mathew se disponía a hablar con su señor.

- Que los dioses me ayuden- pensaba el cuervo mientras se dirigía a la sala del trono de Morfeo. - sería un milagro si le sacó algo de información a este hombre. - suspiró haciendo un graznido extraño con su voz.
Nada más llegar al salón se posó sobre el suelo y Morfeo dirigió su mirada hacia él.
-¿Qué haces aquí Mathew? Quiero estar solo. - se cruzó de brazos y dirigió sus grisáceos ojos al negro cuervo.
- Señor.. Perdone el atrevimiento pero sé que ni está bien, ¿Qué le está pasando? - El animal móvil sus alas mientras se acerca a al pie de su señor. - usted no es así, y lo sabe. - se acercó a él como signo de apoyo y de compañía.
- Estoy preocupado por algunos asuntos. - dijo entre dientes pensando en Elpis y como se encontraría en aquellos momentos.
- Cuando dice "asuntos"¿ se refiere a la Señorita Elpis? - preguntó el cuerno muy atrevido y sabiendo que había algo más profundo detrás de lo que Morfeo decía.
- Bueno... Asclepios habló conmigo.. - sus dedos comenzaron a moverse sobre el trono como signo de preocupación. - y no sé, no me lo sacó de la cabeza... - miró fijamente a Mathew buscando un signo o gesto de aprecio.
-¿Asclepios no es el dios de la medicina? - sus ojos expresaron preocupación por oír aquello. - ¿esta la señorita Elpis bien? - el cuervo se posó sobre el hombro de Morfeo y giro su cabeza rápidamente hacia él.
Justo cuando Morfeo iba a tomar la palabra un blanco cuervo resaltaba entre la oscuridad de su reino, iba volando de forma muy veloz, tanto que su aterrizaje fue caótico, propinandose un leve golpe en una de sus alas.
- Un cuerno mensajero. - dijo Morfeo mientras se acercaba a él lo más rápido posible. -¿qué ocurre amigo? . - dijo lentamente mientras la cogía con suavidad y le quitaba el papel que tenía atado en la pata.
Dio un rápido barrido con su mirada al mensaje y miró hacía Mathew que estaba en su hombro y también había podido leer lo que ponía.
- Señor, ni se le ocurra, puede ser una trampa de Cronos, es anónimo. - el cuerno fue precavido e intentó alertar a su amo lo mejor que pudo.
- No Mathew, haz que Lucienne se encargue de nuestro pequeño amigo. - dijo dejando con delicadeza en el suelo al cuerno blanco malherido. - Elpis necesita mi ayuda y no la voy a dejar sola. - dijo mientras apretaba la mandíbula y se dirigía con un paso vigoroso a la puerta de su palacio.
- Elpis, voy a por ti. - susurró mientras se ponía su abrigo negro y el fuerte viento movía su negro pelo.
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Hola de nuevo después de tanto tiempo, perdón por desaparecer, he tenido problemas personales y no he estado en mis mejores momentos para escribir, pero prometo traerles más capítulos, gracias a los que siguen leyendo mi historia, les aprecio mucho❤️.

¿Qué le pasará a Elpis?
¿Qué querrá decirle Cronos a Elpis?
¿Creen que alguien pillará a Morfeo en el Olimpo?

Lo veremos en los demás episodios y de nuevo gracias y cuídense mucho <3. Recuerden que su salud mental es lo más importante <3
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