Uncertain Destiny

Parte 2

NamJoon volvió a la sala junto al doctor, me encontraba mirando a un punto fijo, sentada en una esquina de la cama mientras EunJoon descansaba junto a su hijo.

 —Hable con el doctor, me dijo que le inyectará unos calmantes, pero sus pulmones no están respondiendo a nada, está muy grave...No me imagino en qué condiciones han estado viviendo solo ellos dos. También hablé con mi amigo y está en camino, vendrá lo más rápido que pueda, él va a ayudarnos— lo escuchaba, pero no respondía a nada, al notarlo se acercó frente a mí —Isabella, sé que estás muy preocupada por todo esto, te entiendo...créeme, pero si no ayudamos a ese niño, quedará en manos de la policía, lo llevarán a un orfanato y le prometimos a su madre cuidarlo. 

—L-lo sé, pero NamJoon —lo miré con lágrimas en los ojos— Tengo veinticinco años, trabajo como profesora de idiomas, no me pagan lo suficiente como para criar a un niño, tampoco puedo llevarlo a mi departamento, en cuanto un juzgado me analice y vea mis condiciones no permitirán que se quede conmigo, no podré cuidarlo —Sollocé— quiero hacerlo, pero no podré.

 —Oh... ven aquí—NamJoon se acercó a mí y me abrasó, lo cuál me tomó por sorpresa, pero poco a poco correspondí al abrazo cálido que me estaba brindando, lo necesitaba, estaba muy asustada, coloqué mis manos en sus brazos y apoyé mi cabeza en su pecho —quizás no permitan que se quede contigo, pero yo... digo, quizás si permitan que se quede conmigo, que sea su tutor, soy dueño de una biblioteca, tengo un departamento a mi nombre y tengo veintiocho años, pero no creo que pueda hacerlo solo, no tengo hijos, ni esposa, pero...podrías ayudarme, sé que no estaremos solos en esto —colocó sus manos en mis hombros y me separó un poco para que lo mirara— es todo muy loco y nuevo, pero quiero hacerlo.

—Estoy de acuerdo con que todo esto es muy loco —reí limpiando mis lágrimas y lo miré— Sólo somos unos desconocidos que se harán cargo de un niño de ocho años, ¿sabes lo difícil que será eso? —Sonreí de lado —pero su madre nos está confiando a su pequeño así que debemos hacerlo, confío en que serás un buen tutor para él y sino, créeme que voy a matarte.

—De acuerdo —comenzó a reír por mi amenaza— será difícil, como dije es algo nuevo, pero sé que lo haremos bien —miró al niño, ambos lo hicimos y notamos que EunJoon nos observaba hablar, nos dedicó una sonrisa y cerró sus ojos.

 El abogado y amigo llego al fin, salimos de la habitación para que el doctor y las enfermeras hicieran su trabajo, me apoyé en la pared del pasillo y los escuchaba hablar, por momentos miraba a NamJoon, era un total desconocido para mí, pero no parecía un mal hombre, aunque no lo sabía. Pero estaría al tanto de todo, no dejaría al niño solo, lo prometí. El Doctor salió y le mencionó algo a los dos sujetos, al parecer debíamos apurarnos porque EunJoon no estaba resistiendo más, quería llorar ahí mismo.

—Entremos, mi amigo dice que puede hacer que la señora EunJoon deje afirmado que me da la tutoría de Soobin y lo presentará al juzgado de menores para tomar el caso y ayudarnos. —su amigo entró sin esperarnos, asentí y volvimos a la habitación.

Me acerqué a Soobin quien estaba despierto, lo tomé con el permiso de su madre y lo alejé un poco para que comiera lo que compré en el buffet y no escuchara lo que ellos hablaban. Lo ayudé a abrir el paquete de galletas, tímidamente tomó uno, lo metió a su boca y saboreó disfrutando del sabor, tomó otra, otra y otra. Sonreí un poco triste al notar que tenía mucha hambre.

—Despacio, cariño puedes ahogarte —dicho esto, él comenzó a toser, reí leve y acaricie su espalda, le acerque la leche y tomo un poco para calmarse— son todas tuyas, no hay por qué comer rápido.

—Gracias—sonrió por primera vez para mí y eso me hizo sentir muy bien, era el niño más adorable que conocí en mi vida— ¿Puedo darle todas a mi mamá para que se lleve a su viaje? Irá muy lejos a un lugar donde hay perritos y gatitos para cuidarlos, también cuidara a mis abuelos, por eso tengo que quedarme y portarme muy bien contigo y él —señalo a NamJoon— voy a extrañarla mucho...yo quiero ir con ella —refregó con una de sus manos su ojo haciendo un leve puchero con los labios—