Nos volvemos a encontrar.

170 17 7
                                    

Capitulo. - Nos volvemos a encontrar.

El tiempo pasa a veces rápido a veces lento. La angustia y el dolor se reflejan en los rostros cansados y agobiados de Issey, Washi y del anciano Ishida.

Kosei: abuelo...

Anciano Ishida: dime pequeño quieres más arroz.

Washi: más bien el pequeño bollo quiere más carne.

Kosei: cane, cane. El pequeño bollo aplaude con sus pequeñas manitas para que le sirvan un trozo más de carme.

La puerta es abierta por una figura alta y robusta. Todos los que se encuentran sentados ante la mesa voltean a ver quién es la persona que acaba de entrar.

Washi: majestad está de regreso.

Anciano Ishida: mi señor bienvenido.

Issey: majestad permítame su capa.

El rey Asami se despoja de su capa y se la entrega a Issey quien la tomó con delicadeza para colocarle en el perchero.

Asami camina hacia la mesa donde se encuentra el pequeño bollo rellenito sentado comiendo su arroz, cuando su pequeño cuerpecito es elevado por el aire, encoge sus pequeñas piernitas y sus pequeñas manos sujetan con fuerza sus palillos. Abre tanto sus pequeños ojos mostrándole el color amatista a Washi que se sorprende al ver la cara de sorpresa del pequeño bollo rellenito.

Asami se sienta en la silla donde se encuentra su hijo y lo coloca en sus piernas, bollito voltea a ver la cara de su padre, quien toma los palillos y le da un bocado de arroz a su pequeño Kosei quien abre su pequeña boquita con felicidad.

Anciano Ishida: mi señor aquí tiene un plato de carne y su vino.

Asami: gracias Ishida.

Todos siguen comiendo en silencio, el anciano Ishida se sienta aun lado del Rey Asami y de Issey. Al terminar de comer Asami pasa tiempo jugando con su hijo Kosei. Cuando todos los jóvenes se encuentran durmiendo aprovechan el anciano Ishida y el rey Asami para hablar tranquilamente.

Anciano Ishida: mi señor, aún no tenemos razón alguna. Nadie lo ha visto por ninguna de las regiones cercanas. Creo que tendremos que...

Asami: cree que siga en China o lo hayan vendido a otro país más lejano.

Anciano Ishida: por lo que he oído... sigue aquí en China, me temo que tenemos que cambiar de ciudad otra vez.

Asami miró el rostro cansado del anciano Ishida, en sus ojos se refleja la ilusión que tiene de encontrar a su joven Rey Misaki; es el único que no ha perdido la esperanza de encontrarlo, aunque se sienta cansado de seguir caminando.

Washi junto a su hermano Issey, el anciano Ishida y bollo relleno, viven los cuatro en una casa que no es muy grande, es modesta para pasar desapercibidos ya llevan años viviendo en ese lugar y aún no hay señales de su rey Misaki desde que llegaron a China.


La gente del pueblo camina alegremente realizando sus actividades y vida diaria.

-lo siento señor no lo vi venir.

-no... yo soy el que no vio el camino.

Cuando las miradas de los dos hombres corpulentos se miraron fijamente se sorprendieron al distinguir sus rostros. Unos cuantos pasos hicieron retroceder a uno de los dos hombres.

-R-Rong Fai, ¿cuánto tiempo sin verte?

Rong Fai: viejo amigo quien diría que nos encontraríamos de nuevo.

Antiguo Dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora