Antiguo Dolor.

ISSEY.

Capítulo. – Issey.

Casquillos de caballos cabalgando a todo galope se escuchan a grandes distancias, gritos, llantos, estruendos de bombardeos, tierra y escombros cayendo por todas partes.

En medio de una feroz batalla se encuentra el cuerpo inerte de un joven quien ve con ojos aterrorizados todo un mundo destruyéndose por los hombres.

Su respiración es agitada, su corazón acelerado, sus oídos aturdidos por los estruendos.

Cuando todo esto comenzó me aterrorice por completo convirtiéndose en un niño cobarde y miedoso de todo. Más cuando nuestros padres murieron por protegernos de las atrocidades del emperador.

En un segundo paso su vida ante de sus ojos, aquellos recuerdos de su infancia jamás volverán solo quedan en lo más profundo de su corazón.

-ISSEY... ISSEY... reacciona, hermano reacciona... Washi jalo a su hermano al ver que no se movía. Por la explosión salieron volando una gran distancia, su cerebro estaba en shock un zumbido en su oído izquierdo no le permitía escuchar la voz de su pequeño hermano.

Sus ojos aturdidos miraban a los soldados acercarse a ellos para matarlos, sus manos temblorosas agarro otra botella sin reaccionar prendió la mecha y la lanzó. Washi al ver eso aventó a su hermano aturdido al mismo tiempo sujeto con fuerza a bollo relleno y se aventaron lo más lejos posible de la segunda explosión, lo más probable que morirá en ella.

Al abrir los ojos miró alrededor. Washi y el pequeño bollo relleno se encontraban a salvo debajo de su cuerpo. Se sintió aliviado por haber podido salvar a su hermano y a Kosei ya que lo considera su hermano pequeño.

Las voces y los pasos de soldados se escuchan como un susurro.

- ¡no piensan detenerse...!

Con pocas fuerzas levanto a su hermano y al pequeño bollo relleno esperaba poder correr para ponerse a salvo, pero esas bestias son más rápidos.

Abrazo a los dos niños esperando su final.

Mientras miraba el filo brillante de las espadas, miro la imagen de sus padres sonriendo... son tan felices los cuatro; en ese entonces Washi acababa de llegar a sus vidas después de un largo tiempo de espera se sentía tan feliz.

Lo cuidaba y protegía de cualquier peligro mientras el pequeño Washi era travieso, nunca se quejó de su hermano por ser arriesgado a todo el peligro que se encontraba enfrente de ellos, era un niño sin miedo a nada era un chico temerario.

Dentro de sus juegos el pequeño Washi siempre le decía: hermano siempre te protegeré de los dragones y de los malos...

-jajaja... eres aún pequeño no podrás con un solo hombre si te enfrentarás a él... jajaja...

-eso crees tú, pero veras que yo el gran temerario Washi te protegeré...

Los dos hermanos reían felices mientras se imaginaban luchando contra hombres feroces y dragones como en los cuentos que les contaba su padre antes de dormir.

Cuando crecieron un poco más, Washi desaparecía entre los pastizales, según él realizaba exploraciones alrededor quería descubrir lo que hay más allá de lo que veían sus pequeños ojos.

Con angustia y temor veía regresar a su hermano con un rostro brillante y feliz, le contaba lo que veía y lo dibujaba en su cuaderno.

Issey escuchaba con atención sus historias a veces le entraba curiosidad así que lo acompañaba a donde fuera eso sí mientras sus padres no los regañaran, no querían preocuparlos.