Bollo Relleno III.

104 8 2
                                    

Bollo relleno III.

Al abrir mis diminutos ojos me encontraba en una habitación. Volví a cerrar mis ojos no los quería abrir sino está mamá conmigo para que abrirlos, no tiene sentido abrirlos sino la voy a ver más.

-dormilón, ¿Quieres comer un bollo relleno?

Abrí de sorpresa mis ojitos hinchados. Esa voz, esa voz y el nombre bollo relleno: ¡Mamá!

-mi bollo relleno, tranquilo aquí estoy. Siento el abrazo cálido de mi madre su calor, creo que estoy soñando, el aroma de mi madre me tranquiliza.

- ¡mama estás aquí conmigo!

-si aquí estoy a tu lado, no te vayas mamá no te vayas, no me dejes solo.

-no lo volveré hacer hijo, mi bollo rellenito.

El abraso dura una eternidad, volví a cerrar mis ojos. Me sentí más tranquilo al saber que mi madre está a mi lado, ¡mamá no me dejo!

Sentí el calor de un cuerpo, mis lágrimas salen de mis ojos creo que solo fue un sueño muy maravilloso al estar entre los brazos de mi madre.

-Kosei abre tus ojos, es hora de comer.

No hay respuesta el pequeño bollo relleno sabe que su madre lo abandonó de nuevo y eso le duele mucho no quiere ver qué ya no está más su madre con él.

Siente un movimiento, pero aprieta sus ojos, no quiere abrirlos.

-si sigues así solo lastimaras tus hermosos ojos amatistas.

- ¡abuelo...! me emociona escuchar la voz de mi abuelo Ishida.

Aviento a la persona que me sujeta, pero una sensación desasosiego me hace voltear a ver el rostro. Me impactó al ver que es el rostro de mi madre.

Solo me sonríe. Mis lágrimas salen de mis ojos amatista. Me restregó en el pecho de mi madre.

-tranquilo mi pequeño, ¡aquí estoy!

-no fue un sueño... no lo es... Estás aquí mami... mamá, estás aquí... mami, mami... Aprieto mis manos sujetando la ropa de mi madre, respiró profundamente el aroma de mamá.

Me siento tan feliz al estar de nuevo entre los brazos de mi madre, pero sus ojos están tristes y llenos de dolor, es por lo que le dijo ese malvado demonio.

- ¡estoy aquí mami! Siento que me abraza más fuerte y besa mi frente.


Los días van pasando y el estómago de mamá está creciendo, pongo mi manita en su pansa. -Duele mucho.

-no, aquí adentro está tu hermano o hermana.

-yo también estuve aquí adentro.

-así es, también te tuve aquí adentro eras el niño más tranquilo del mundo hasta que anunciaste tu existencia el día que naciste.

Miro a mi madre quien sus ojos se posan más allá de la llanura recordando algo que la hace llorar. Limpio sus lágrimas. -no llores mamá, si duele no recuerdes.

-no duele, estas lágrimas es de felicidad, gracias a que llegaste a este mundo mi vida fue maravillosa desde aquel día que te tuve entre mis brazos por primera vez. Te amo Kosei, mi bollo rellenito.

-yo te amo más mamá. Nos abrazamos sin lastimar su pancita.

Porque es así mi padre, si bien que recuerdo cuando andábamos buscando a mi madre, mi padre todas las noches tomaba el pergamino que contiene el retrato de mi madre pasaba su mano sobre su rostro dibujado, siempre diciendo lo mismo: perdóname soy un completo idiota que no supo verte cuando te encontrabas a mi lado, estoy tan angustiado por ti, perdóname mi amor, este dolor no lo soporto más... Misaki... Misaki...

Antiguo Dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora