𝕼𝖚𝖎𝖊́𝖓 𝖒𝖊 𝖆𝖒𝖔́ ꧁A Miraculous Fanfic꧂

14

Observaron a la gente que iba y venía desde la banca del parque. No decían nada quedando así en silencio total, dejando los minutos pasar y pasar sin tener ninguna intención de moverse a ningún lado.

—Muchas gracias por darme ese empujón –dijo Adrien cortando el silencio.

—No me des las gracias –pensó la chica, quedando así sin responder al joven.

—¿Nos vamos? –aunque lo dijo en tono de pregunta no espero la respuesta de Adrien y se levantó del asiento–. Te acompañó a tu casa.

—No hace falta –respondió instantáneamente el rubio.

—Deja la cordialidad de lado, siempre que no sea muy tarde no es molestia para mi acompañarte.

Con el tono imponente y serio de la chica, ambos emprendieron camino a la mansión del rubio. Inundaba el silencio en el aire hasta que el chico decidió decir algo.

—¿En verdad irás a ver a tu artista favorito?

—Sí. El próximo mes poder ver a Mon Laferte.

—No sabía que te gustara –comentó sorprendido– ¿Qué mas te gusta? Quiero saber más de ti.

—¿Enserio? –soltó una risita pero al ver la expresión llena de curiosidad del joven vio que en verdad quería saber– Me gustan los animales.

—Eso es algo que dirías en una presentación de clases, ¿no tienes algo más?

—Gracias por decir que soy aburrida –dijo vacilante–. Me gusta pintar.

—Eso si suena genial, ¿Es hobbie o quieres dedicarte a eso?

—No me gustaría que algo que me desestresa se convirtiera en lo que depender para subsistir.

–Entiendo. Me encantaría ver lo que haces un día.

De soslayo miro al aludido y sintio exasperación al ver como Adrien solo tenia buenas intenciones y aparentemente un corazón puro. Muy contrario a ella quien había contribuido a que él tuviera un ataque de ansiedad. Preem se sentía una mala persona y eso le molestaba.

Sacudió la cabeza para quitarse eso de encima, después de todo caras vemos intenciones no sabemos. Adrien no podía ser un pan de Dios.

—Ya llegamos.

(...)

Guardó las cosas en la mochila y con prisa salió de la clase esquivando a todos los estudiantes que se cruzaran para finalmente llegar al lado de su amiga.

—Te estaba esperando, vamonos.

—No es que me haga mucha ilusión preguntarte esto pero ¿Qué pasó con Kyle? –preguntó Preem sin dejar de caminar.

—Estamos saliendo.

—No fastidies ¿enserio? –empujó ligeramente el hombro de la contraria–. ¿Recién lo dices?

—Ayer me pidió ser su pareja –contestó April.

—Déjame adivinar, fue algo tipo: <<¿Quieres ser mi chava?>> –dijo imitando el típico tono desinteresado del chico–. Esa es la manera más romántica que tendría ese chico para declararse ha alguien.

—En realidad fue en persona –replicó la pelirroja pensando en que peor podría haber sido por mensaje de texto.

—Wao, sin duda esa es la manera más apasionada de declararse. Estoy celosa ahora, quien como tú.

—¿Tienes que ser sarcástica todo el tiempo?

—Solo con la gente que en verdad me agrada –respondió Preem soltando una pequeña sonrisa