Donde Todo Comenzó

Capítulo 50|<<Maisie>> o <<Ascian>>

Pasaron cuatro meses y mi pancita ya estaba grande, Aegan y yo decidimos hacer lo mismo que Jack y Jen, casarnos cuando el bebé nazca, el bebé estaba bien y estaba sano, estos días han sido tranquilos, Aegan me dijo que veamos lo de la boda y acepté.

–Dónde va a ser?– dijo Jen– Hazlo en la playa no?

–Tal vez– dije– O mejor en un jardín o junto a una pileta.

–Lo de la pileta está mucho mejor– dijo Jen.

–Bueno– dije– Amor está bien que lo hagamos aquí?

Le mostré un bello local con jardín para eventos con un pileta en medio.

–Mi amor– dijo Aegan– Haz lo que tú quieras con la boda.

–De eso nada– dije– Si o no?

–Está bien– dijo él– Es bonito, ahí sería una boda perfecta.

–Bueno está decidido– dije– Flores?

–Blancas con rosado– dijo Aegan enseñándome un modelo.

–Perfectas– dije– Altar?

–Definitivamente este– dijo mostrándome un altar adornado con flores rosas y blancas al rededor de un arco.

–Me encantan– dije– Pastel?

–De tres pisos– dijo– Algo lindo.

–Bueno ya veremos modelos– dije– Está todo listo.

–Ahora– dijo Aegan– Quien me ayuda con el cuarto del bebé?

–Yo– gritó Jack.

–Yo también– gritó Jen.

–Yo– dije.

–Usted no– dijo Aegan mirándome– Usted  tiene que descansar.

–Estoy embarazada– dije– No inválida.

–No me importa– dijo Aegan– Descansa.

–Está bien– dije– Iré a la habitación, vamos Max.

Subí con Max, ya estaba grande y eso que aún era un bebé de ocho meses, su cama estaba en mi habitación y se acostó ahí, me acerqué a la ventana acaricié mi pancita.

–Ay mi amor– dije– Pronto estarás con nosotros.

–Gof– ladró Max mirando a la ventana.

–Que pasa Max?– pregunté.

–Gof gof– volvió a ladrar.

Le ladraba a una ardilla y me reí, ví a Naya con Jane y Will, estaba grande mi sobrina Jane.

–Amor!– grité– Naya llegó!

–Voy!– dijo Aegan bajando las gradas.

Naya entró junto a Jane y Will y me saludaron, saludaron a Max y Will se fué junto a Max con los chicos, Jen había ido a la habitación y se sentó con nosotras.

–Ay esa pancita– dijo Naya– Hola, soy la tía Naya.

–Y yo la tía Jen– dijo.

Jane acarició mi pancita y le dió una besito.

–Hay que bonita– dije mirando a Jane.

–Está un poco engreída– dijo Naya– Pero ya se le pasa con el tiempo.

–Es verdad– dije.

Estuvieron unas horas y luego fuimos a cenar, se fueron y Aegan, Max y yo fuimos a la habitación.